El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Gallur en el que trabaja el Ayuntamiento contempla la posibilidad de que a largo plazo el municipio se convierta en un centro logístico destacado. El argumento se fundamenta en la ubicación estratégica de la localidad y que sea una realidad depende de la mejora de la red de comunicaciones existente, con el desdoblamiento de la N-232 y la A-127, en dirección a Ejea de los Caballeros, como aspectos clave. A nadie se le escapa, sin embargo, que el recorte en inversiones anunciado por Fomento paraliza las obras en infraestructuras y, por lo tanto, esas perspectivas de futuro.

Antonio Liz, primer edil gallurano, lamentó ayer el tijeretazo que una vez más frena a Aragón y esperó que se "reconsidere" esa postura (los trámites administrativos de las iniciativas se prolongarán todavía más). El impulso de los proyectos potenciaría a Gallur, favorecido por su emplazamiento "privilegiado", comentó. El alcalde indicó que el momento crucial llegará con los próximos Presupuestos Generales del Estado, en los que se comprobará el "nivel de compromiso" del Gobierno central. En cualquier caso, el cargo de CHA consideró que ahora es un buen momento para preparar el plan urbanístico y "diseñar las posibilidades de desarrollo".

El PGOU es una necesidad para Gallur, ya que se trata de una herramienta imprescindible para determinar las áreas de crecimiento. Actualmente se rige por las normas subsidiarias, instrumentos que, según afirmó Liz, se han quedado "obsoletos". En estos años han sufrido varias modificaciones. El avance del plan, que se puede consultar en la página web del Consistorio, se encuentra en periodo de exposición pública. Queda un largo camino por delante hasta que entre en vigor. Es tiempo de esbozar las grandes líneas del texto. Y estas estiman que el crecimiento más probable se experimentará en el plano industrial. Un desarrollo supeditado siempre al avance en las conexiones por carretera y de ferrocarril. En este sentido, la conversión en autovía de la N-232 y la A-127 resulta imprescindible.

A diferencia de algunas localidades aragonesas que elaboran unos planes urbanísticos muy ambiciosos en lo relativo al incremento de la población, la corporación de Gallur prefiere ir sobre seguro y solo vislumbra un pequeño aumento. La villa pasará de 3.000 habitantes a unos 4.000. El incremento se dará dentro del casco urbano consolidado, que tiene capacidad suficiente para ello si se aprovechan las distintas unidades de actuación. Nada de grandes planeamientos ni cifras que, a día de hoy, parecen imposibles de alcanzar. De ahí que el regidor calificara el PGOU de "ordenado y realista".

De hecho, como consta en el avance del plan, en principio no se ampliará el suelo residencial; en el núcleo hay "grandes y pequeños vacíos residenciales, clasificados como urbanos, con una capacidad de absorber a una población de aproximadamente 1.335 habitantes".

Entre los objetivos figura el "saneamiento" del casco antiguo y el barrio del Calvario mediante actuaciones urbanísticas para crear unas condiciones que posibiliten "el retorno poblacional" a esas zonas, que han perdido vecinos a raíz de la extensión hacia Planilla y Beato Agno. En este último barrio está previsto adecuar la calificación de un solar de propiedad municipal para construir una residencia de la tercera edad, principal déficit de la localidad desde el punto de vista social que desde el Ayuntamiento intentan paliar.

Por otro lado, al estar dividido el núcleo urbano por el canal, se prevé que más adelante haya una mayor accesibilidad entre las dos partes. Solo hay un puente de tráfico rodado y dos pasos peatonales.