COMUNIDAD DE CALATAYUD

La CHE encarga nuevos estudios sobre la calidad del agua de La Tranquera

Los problemas detectados en Calatayud el verano pasado motivaron estas mediciones.

Imagen del embalse de la Tranquera.
La CHE encarga nuevos estudios sobre la calidad del agua de La Tranquera
JESÚS MACIPE

La Confederación Hidrográfica del Ebro está haciendo nuevos estudios para conocer el comportamiento del agua del embalse de La Tranquera del que se abastece Calatayud. En octubre, y después de que durante varios días en agosto y septiembre, los bilbilitanos recibiesen el agua con un tono amarillento, se instaló una sonda en el pantano para hacer un estudio limnológico y conocer por qué se habían dado estos problemas de calidad.


El sistema recoge información en todas las cotas del embalse, se miden y comparan factores como la temperatura, el PH, el oxígeno, y la clorofila que contiene el agua en cada capa y en distintas condiciones. Además, y según explicó el jefe del área de Calidad del organismo de cuenca, Javier San Román, se ha encargado otro estudio a expertos limnólogos que están tomando datos a lo largo de todo el embalse. "Con todo esto, al acabar el otoño tendremos las conclusiones de este primer año de observación rigurosa de cómo ha evolucionado La Tranquera", explicó.


Las principales variaciones se dan en verano. Por la radiación solar se da una estratificación del agua, con diferencias de temperatura de hasta once grados entre las capas más superficiales y las más profundas. "Esto conlleva que otros parámetros como el PH o el oxígeno disuelto también varíen", señala San Román.


De la cantidad de oxígeno que contiene el agua depende que haya o no vida, y por la información que ofrece la sonda, en los niveles más profundos del embalse, empiezan a reducirse las cantidades de este elemento químico. Que el agua sea anoxida no afecta a su calidad, pero es un indicador de otros efectos que se producen a esa profundidad. Elementos sedimentados en el embalse, "en estas situaciones físico-químicas un poco anómalas se disuelven y pasan al agua", explica San Román. Le ocurre al hierro y al manganeso. Cuando vuelven a cambiar las condiciones del agua y recupera el oxígeno, estos componentes vuelven a precipitar. "Es cuando a veces aparecen los fenómenos de aguas teñidas, que creemos que es lo que ocurrió el año pasado", manifestó el jefe de Calidad.


Además de esta circunstancia, pudo afectar la ubicación de la captación que abastece a Calatayud. La Tranquera, se construyó en 1959 como infraestructura para el riego del valle del Jalón. Cuenta con dos tomas en las cotas 648,84 y 656,50 metros sobre el nivel del mar, utilizándose también la primera para el suministro de agua potable. Según las últimas batimetrías (estudio de las profundidades), los fangos están sedimentados en la cota 647,84 muy cerca de la entrada de agua de boca.


Los estudios del comportamiento del embalse continuarán durante varios años y determinarán si hay que preparar otra toma a una cota superior o instalar una flotante que se adapte al nivel de agua embalsado.