Un hombre de 52 años identificado como Emilio G. P. y vecino de Zaragoza fue encontrado ayer muerto dentro de un coche estacionado en el aparcamiento del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. El cuerpo se encontraba en el asiento del copiloto y llevaba horas sin vida. Fuentes policiales apuntaron que no presentaba signos de violencia y que el fallecimiento pudo deberse a causas naturales.

La Policía Nacional actuó tras la llamada de un viandante que en la madrugada de ayer -sobre las 3.00- se percató de que había un hombre inmóvil dentro de un Seat León.

Los agentes comprobaron que el vehículo estaba a nombre de una mujer, que responde a las iniciales Ana C. L. y que se encontraba ingresada en el Hospital Clínico. No ha trascendido, sin embargo el parentesco que esta tenía con el fallecido.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó la Hermandad de la Sangre de Cristo que trasladó el cuerpo al Instituto de Medicina Legal de Aragón, donde se le practicará la autopsia.

El caso ocurrido ayer cuenta en Zaragoza con dos precedentes no muy lejanos en el tiempo. Por un lado, en marzo de 2008, la Policía Nacional halló el cadáver de un hombre en un coche estacionado en el parque Bruil. Este no presentaba signos que apuntaran a una muerte violenta, pero, a diferencia del suceso de la madrugada de ayer, el hombre llevaba sin vida varias semanas.

Unos meses antes, se encontró muerto también en un turismo a un joven inmigrante de 23 años. El vehículo estaba aparcado en la plaza de Jesús. Los amigos del fallecido explicaron que habían estado bebiendo y que este compañero se sintió cansado y decidió irse a dormir al coche. El calor combinado con los vapores del alcohol se convirtieron entonces en una combinación mortal.