HERALDO ABIERTO

"Perdone, ¿la calle Héroes del Silencio?"

La Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2009, ha propiciado que 43 calles de Zaragoza cambien su nomenclatura. De momento, el Ayuntamiento ya ha modificado 31 de ellas.

Alberto, en la puerta del Coffee House, junto a la calle de Héroes del Silencio.
"Perdone, ¿la calle Héroes del Silencio?"
PEDRO ZAPATER

Desde el pasado año se están sustituyendo los nombres de 43 calles que, atendiendo a la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2009, dan paso a una nomenclatura más acorde con los tiempos. Tras un periodo de adaptación para que locales y comercios puedan asimiliar el cambio, estas vías tendrán dos denominaciones, la nueva y la antigua, durante un plazo de dos años. Por ello, lucirán una doble señalización, ya que se colocarán nuevas placas, pero también se mantendrán las actuales.


De las 43 calles que cambian de nombre, 31 ya están concluidas en su totalidad, aunque en varias páginas consultadas en internet el cambio no se refleje todavía, como ocurre en Google, uno de los portales de referencia.


Desde el Consistorio zaragozano se explica que "es un proceso progresivo que culminará a lo largo de 2010". Durante este cambio, los vecinos y comerciantes de las calles con nuevo nombre pueden disponer del tiempo suficiente para habituarse a esta nueva denominación.


Las nuevas placas son del mismo material cerámico que se ha utilizado hasta al fecha. La primera en instalarse fue en el barrio del Arrabal, en la calle que ahora lleva el nombre de la poetisa Carmen Serna Montalvo, antes Sierra de Alcubierre. En cuanto a su colocación, "se intenta respetar la misma ubicación que, por lo general suele ser el lugar más visible", aclaran fuentes municipales.


Un cambio nada traumático

Antonio Gil, empleado de Correos, afirma que "desde el primer momento nos dieron un listado con los nombres antiguos y los nuevos, por lo que no representa ningún problema a la hora de entregar la correspondencia". "Nos siguen llegando cartas a las direcciones antiguas y a las nuevas, pero todas se entregan en su destino", concluye.


Para Manolo, del establecimiento La Buena Vinatería, en la calle Héroes del Silencio, tampoco ha representado ningún inconveniente para su negocio. "Cambiamos el nombre en las facturas y listo. Aunque ya podrían gastar el dinero en otras cosas más necesarias", comenta.


Alberto está al frente del Coffee House, en la misma zona, y asegura que, con frecuencia, todavía entra gente a preguntar por la calle de Comandante Santa Pau (ahora Héroes del Silencio). "A mí no me ha afectado el cambio. Ni nos quita ni nos da. Aunque me parece bien, es más alternativo", afirma.


José Ángel Delgado tiene su empresa en la calle de Ana Isabel Herrero, llamada así en memoria de la última víctima mortal del Grapo, asesinada en 2006, y que antes llevaba el nombre de Jesús Comín. "Ahora estamos en el típico momento de transición, cuando no sabes qué dirección poner. Todavía no me he animado a cambiar", relata.