ALAGÓN

Un pregón con gigantes y caramelos

El municipio comienza de forma oficial las fiestas de San Antonio de Padua con el tradicional 'trabucazo'.

Los alagoneses, ayer durante el pregón oficial de las fiestas.
Un pregón con gigantes y caramelos
RIBERA 2000

Había alguna que otra nube amenazante en el cielo, aunque el brillo del sol descartaba la lluvia. Un buen número de ciudadanos, en su mayoría niños y jóvenes, se congregaron ayer al mediodía en la plaza de España para escuchar el pregón de las fiestas de San Antonio de Padua. No, no es un 'déjà vu'. El pregón del miércoles fue el de la asociación juvenil Por decir ago, el posterior era el oficial, con el que arrancaban las celebraciones patronales.


En el balcón del Consistorio estaban el alcalde, José María Becerril (PSOE), y el pregonero, Álvaro Burrell Bustos, director general del Deporte de la DGA, natural de Monzón y que, como anécdota, participó en la prueba de decathlon de los Juegos de Barcelona 92. Tras el discurso del primer edil, llegó el de Burrell. En la plaza, los asistentes estaban más pendientes de los actos que vendrían después, hablando entre ellos y sin atender demasiado, al menos en apariencia. Quienes no perdían detalle de las palabras del político eran los cuatro gigantes, que permanecían quietos y sin cuchichear antes de su debut en la comparsa.

Después llegó el momento más esperado, el del tradicional 'trabucazo' (que en realidad es un arcabuz). No pocos ciudadanos se taparon los oídos para que no les afectara demasiado el ruido del disparo que efectuó Burrell. El acto culminó con una lluvia de caramelos. Los chavales 'luchaban' por hacerse con el goloso botín, así como con las fichas de autos de choque.


Burrell indicó a este periódico que el hecho de que los alagoneses hubieran contado con él le llenaba de "orgullo". Y qué decir del 'trabucazo', algo "original y emocionante". El Ayuntamiento le obsequió con un cachirulo y una placa conmemorativa. El dirigente de la DGA acompañó a Becerril a tomarse un vino y unas tapitas por cortesía de la peña Sajeño.


La fiesta se trasladó a las calles con la charanga y la comparsa de gigantes y cabezudos. Cerraban la procesión bastantes carritos de bebé empujados por los padres.


Mientras, en la plaza, unas chicas hacían corrillo. Reconocían haber dormido poco y se burlaban de Pilar García, una de ellas, porque ayer no pudo salir al tener que trabajar. A pesar del cansancio, iban a seguir de fiesta.


Entre otros actos, por la tarde hubo un concurso de ranchos, 'paint ball', un concierto con motivo del 25 aniversario de la banda municipal de música y una divertida carrera de calzoncillos. Hoy comienzan los festejos taurinos populares.