OLIVER

"Es el tesoro del barrio y el orgullo de los vecinos"

La participación vecinal ha sido clave en la construcción de este parque (inaugurado en 1993) y en las actividades culturales y medioambientales que se llevan a cabo. ¿Lo cuidamos y lo sentimos nuestro¿, afirman los vecinos.

Es difícil encontrar un parque en Zaragoza que suscite tantas alabanzas vecinales como el de Oliver. Un vistazo rápido nos muestra una zona verde muy bien cuidada, limpia, con espacios distintos: un lago, un jardín estepario, un pinar, unos huertos, columpios y juegos para niños en perfecto estado… Detrás de la bonita postal, hay mucha historia.


“El Parque Oliver se inauguró el 24 de septiembre de 1993, tras una larga e imaginativa reivindicación vecinal”, reza un cartel a la entrada del parque. “Antiguamente, era una zona de huertas que fue expropiada por el Ayuntamiento. El terreno quedó abandonado y los vecinos queríamos recuperar la zona verde. El Ayuntamiento proponía hacer viviendas, un zoo y hasta un parque acuático. A nosotros nos parecían ideas extrañas. Queríamos un parque y nos costó más de diez años de lucha: unas veces con manifestaciones y otras, con numerosas reuniones con los técnicos”, recuerda Gloria Figuer, de 63 años, responsable del centro comunitario de Oliver y vicepresidenta de la Coordinadora del parque.


Finalmente, en 1991 comenzaron las obras del parque y las piscinas aledañas. En otoño de 1993 se inauguró el parque, con 13 hectáreas (queda pendiente la ampliación de 11 hectáreas más). Poco después, una veintena de colectivos del barrio (asociaciones de vecinos, colegios, centros de mayores, centro sociolaboral, educadores de calle, casa de juventud, etc.) se asociaron en la Coordinadora del Parque Oliver para cuidar y dinamizar esta zona verde.


“El parque es el tesoro del barrio Oliver. Los vecinos estamos orgullosos, lo cuidamos, lo usamos y lo consideramos nuestro. La participación ciudadana hace a este parque especial. Hemos recibido varios premios internacionales por ello. Un parque sin gente no es nada. Todos nos involucramos en el cuidado y en las actividades”, afirma Elena Enciso, de 45, portavoz de la Asociación Coordinadora del Parque Oliver.


La lista de actividades es amplia: se hacen visitas guiadas; plantaciones de flores y árboles; el primer domingo de junio se celebra el “Día de los Cuentos” bajo el Árbol de los Cuentos (un fresno veterano, que estaba ahí antes del parque y da abundante sombra); la Fiesta de Otoño; la Noche de San Juan; Cincomarzada; cursos de observación de aves…


“Mucha gente de todas las edades participa en el cuidado del parque”, subraya Elena. Los jubilados del barrio cuidan 14 huertos para cultivo propio. Y el mantenimiento del parque corre a cargo de Consolida Oliver, una empresa de inserción del barrio. El parque tiene hasta su propia página web, también creada y actualizada por los vecinos: www.parqueoliver.org.


“El parque es fabuloso, muy limpio y bien cuidado. Vengo todos los días a pasear con el perro”, señala José María Eced, de 66 años, vecino del barrio. Él solo le pone un ‘pero’: “A ver si la gente se mentaliza de que hay que recoger las cacas de los perros”, apunta. Carmelo Trigo, vecino y usuario del parque de 48 años, está de acuerdo. “Para mí es el mejor parque de Zaragoza, da gusto pasear. Podría haber un quiosco para tomar algo y poder resguardarnos cuando hace mal tiempo”, propone.


Desde la Coordinadora también señalan algún punto que necesita mejorar: “Faltan papeleras y baños. Estaría bien un quiosco o pérgola para refugiarnos. Y esperamos que hagan pronto la ampliación prometida del parque”, afirma Elena Enciso.