La ampliación y mejora de la autovía de Madrid entre Zaragoza y La Muela estará en servicio dentro de un año tras una inversión de 55,4 millones de euros. Esta es la previsión con la que trabajan las concesionarias de la adecuación de la A-2, Ferrovial y Grupisa, que llevan casi dos meses ejecutando una de las actuaciones que más apreciarán los conductores: la corrección de la peligrosa curva de bajada del puerto, para lo que se está acometiendo un gran desmonte en los pinares, junto al polígono industrial, para suavizar el trazado.

El intenso tráfico de acceso a Zaragoza se aliviará de forma sustancial con el proyecto en obras, ya que la autovía ganará mucha más capacidad y se logrará un mejor ordenamiento de los flujos. No solo se corregirá el trazado existente, sino que se va a habilitar un tercer carril de servicio desde La Muela hasta la Ronda Norte en ambos sentidos y se van a construir nuevos enlaces con los polígonos y urbanizaciones aledañas. En total, se intervendrá a lo largo de doce kilómetros, entre los puntos kilométricos 298 y 310.

Las concesionarias reordenarán también los viales de servicios y los carriles de trenzado y ejecutarán vías de cambio de velocidad, lo que beneficiará especialmente a los accesos a la Base Aérea, a la Feria, a la Plataforma Logística y a las estaciones de servicios existentes en ambas márgenes. También se ha previsto adecuar los gálibos (altura) de los pasos superiores, pórticos y banderolas existentes.

Este proyecto forma parte de la concesión para la adecuación, reforma y conservación de la autovía entre Calatayud-Alfajarín, por el que el Gobierno central pagará un peaje en sombra durante los próximos 19 años.

Mayor velocidad

La intervención más reseñable en el tramo de La Muela será la citada reforma del puerto. El trazado se mejorará sustancialmente a lo largo de cinco kilómetros, ya que las curvas existentes se van a sustituir por otras con radios mucho más amplios, de al menos 700 metros. De esta forma, se logrará incluso aumentar la velocidad de proyecto a 120 km/h.

También se remodelará uno de los enlaces del municipio, el último en dirección a la capital, a la altura de Urcamusa, para ganar seguridad. La actual intersección en la margen derecha se eliminará, sustituyéndose por cuatro ramales unidireccionales que ordenarán las entradas y salidas a la autovía. Los movimientos se resolverán con glorietas a ambos lados del paso elevado sobre el tronco central (lo que se denomina enlace de diamante con pesas).

La misma solución se acometerá para ordenar la circulación a la altura del área de servicio El Cisne, en el kilómetro 308,4, donde el Gobierno de Aragón ha previsto uno de los accesos a la nueva área de crecimiento de la plataforma logística. La medida es necesaria, ya que en esa zona se empieza a levantar el macrocomplejo de Decathlon, que atraerá cientos de camiones y miles de vehículos al englobar la mayor tienda de Aragón y el almacén más grande de la multinacional en Europa.

La contratista también reformará el enlace que da acceso al polígono de Centrovía y a las futuras urbanizaciones, a la altura del punto kilométrico 302,7, con el fin de adecuarse a las previsiones de aumento de tráfico. Para ello, se construirá una vía de servicio en la margen derecha y un carril de trenzado que lo unirá en la margen izquierda con el enlace anterior.

Las dos curvas existentes entre el polígono y la gasolinera también mejorarán su trazado en los próximos meses. La intervención se completa con la creación de un tercer carril en los puntos donde aún no es efectivo y con el reasfaltado de la Ronda Norte, para lo que deberá coordinarse con la contratista que está ampliando dicha circunvalación, Sacyr.

Tres hectáreas de pinar arrasadas

Unas tres hectáreas de pinar han sido arrasadas por las máquinas para corregir el trazado de la autovía en la subida a La Muela. La ladera situada junto al polígono Centrovía está sufriendo un importante desmonte, que ha supuesto la tala previa de 3.000 pinos. Esta actuación fue denunciada por un agente de protección de la naturaleza y motivó una denuncia una paralización a principios de año por parte del servicio provincial de Medio Ambiente de la DGA, ya que no se disponía del preceptivo permiso. El 9 de marzo se obtuvo la autorización tras prevalecer el uso viario sobre el forestal.