ZARAGOZA

A Manu Blasco se le pasa el calentón

Al portavoz del PAR en el Ayuntamiento de Zaragoza, Manuel Blasco, le cuesta disimular su cabreo con la actitud del PSOE a la hora de gestionar el largo proceso judicial del ya descartado proyecto de reforma de La Romareda. La decisión de los socialistas de intentar llegar hasta el final en lugar de propiciar el archivo de la causa, como desean los aragonesistas, ha molestado a Blasco, que se ha visto desautorizado en público por su socio. Pero, pese al revolcón, el concejal aragonesista prefirió ayer guardar las formas. Una vez más.

Tras expresar el lunes su "profundo malestar" con la actitud del PSOE, que ni siquiera le informó de sus intenciones, Blasco se reunió con el alcalde, Juan Alberto Belloch, y con el portavoz socialista, Carlos Pérez. Belloch se limitó a decir que pese al escrito que ha enviado el Ayuntamiento al TSJA, contrario a los intereses del PAR, "hay una decisión política de llevar el campo a San José". Habló de "un problema burocrático" y echó balones fuera.

Hay que tener en cuenta que los letrados municipales decían que, hasta que no hubiera un estudio de viabilidad, no existía alternativa al proyecto de La Romareda que el juez Albar paralizó en 2007. Tanto el Ayuntamiento como el Real Zaragoza recurrieron esa sentencia al TSJA.

Blasco dijo ayer que no entendía "que se diga que no hay una ubicación alternativa" a La Romareda, después de haberse pactado la de San José, haberse llegado a un acuerdo con la DGA respecto a la financiación y redactado el proyecto del nuevo estadio.

Sobre el fondo del asunto, es decir, sobre la negativa del Ayuntamiento a finiquitar el caso Romareda, prefirió no hablar, a diferencia del lunes, cuando mostró su "absoluto desacuerdo" con el escrito municipal. "No soy jurista, no puedo opinar", afirmó. Esgrimió que justo ayer se reunió la mesa de contratación para avanzar con la redacción del estudio de viabilidad, contrato al que aspiran siete consultoras.

Pero es evidente que si el TSJA tumba la sentencia del juez Albar, la que paralizó las obras de La Romareda, no solo quedará mal el citado magistrado, sino también el PAR. Responsables socialistas no ocultaban ayer su deseo de que el TSJA ponga en su sitio a Albar.

Al margen de la discusión jurídica, ayer latía en la Casa Consistorial la pregunta sobre el papel que juega en el gobierno local el PAR, una formación a la que el PSOE suele ignorar a la hora de impulsar sus proyectos ya que siempre da su apoyo por hecho.

Los aragonesistas han visto decaer su propuesta de metro mientras prosperaba el tranvía que tanto denostaban. Y el proyecto del nuevo estadio avanza con lentitud y dudas respecto a su viabilidad. Si el campo de San José no está en marcha antes de las elecciones de 2011, ¿con qué cara se presentará el PAR ante las urnas?