El Ayuntamiento de Munébrega y doce vecinos han llevado a Telefónica a los tribunales porque en diciembre estuvieron sin servicio de ADSL durante cinco días. Ayer en el juzgado de instrucción número 2 de Calatayud se celebró el juicio, que quedó visto para sentencia. La incidencia, según expusieron los afectados, se prolongó desde el día 19 hasta el 23, perjudicando a algunos negocios y afectando también al funcionamiento de las dependencias municipales y al consultorio. "Valorar las pérdidas económicas es muy difícil, pero al ser un municipio pequeño los problemas se agravan,", señaló el alcalde, José Félix La justicia, quien añadió que en el medio rural se paga más por contratar estas líneas, y con menos velocidad de transferencia.

Durante esos días Nuria Villar perdió en su tienda pedidos de cestas de Navidad, y la actividad en el hotel de Mercedes Lavilla también se frenó, porque lleva la gestión por intranet y también se cierran reservas por la red. El letrado de la parte demandante, y a la vez afectado, Jesús Bueno, defendió que la compañía había incurrido en incumplimiento de contrato y servicio. "La legislación obliga a mantener internet y telefonía como servicio universal", dijo, y manifestó que es comprensible la interrupción por unas horas, o a causa de fuerza mayor, "pero estuvimos 88 horas sin servicio", recordó.

Bueno cuestionó la diligencia de la compañía en la reparación por tratarse de una zona rural, y se remitió a la Carta de Derechos del Usuario de Servicios de Telecomunicaciones. "Dice que los operadores están obligados a devolver, en el mes siguiente de la incidencia, una cuota proporcional, y Telefónica no ha devuelto ese dinero", indicó. Alegó que la avería había provocado daños materiales y morales. Finalmente los perjudicados por la avería se conforman con 30 euros por día para los vecinos no profesionales, 60 para los que utilizan el ADSL en sus negocios, con que se aperciba a Telefónica para que esto vuelva a ocurrir, y que se le impongan las costas.

El letrado de la defensa, Fernando Baringo, argumentó que la empresa no desatiende a las zonas rurales. Manifestó que "el daño moral no está exento de prueba", y sostuvo que la actuación de la empresa no fue culposa, ya que desde que el domingo 20, cuando se abrió el parte de incidencia en el ADSL rural, se intentó solucionar la avería. Primero por control remoto, y a partir del 21, con un equipo que se desplazó al lugar, y que detectó la necesidad de sustituir una pieza, que hubo que solicitar a Barcelona. Las partes disienten en el origen de la avería. Para Telefónica "previsiblemente" fue ocasionada por el chispazo de un rayo, pero para la acusación no tiene sentido, ya que no hubo tormenta.