MUNICIPAL

Funcionario busca sitio

Los trabajadores denuncian la falta de espacio y las deficiencias de las nuevas instalaciones del edificio del Seminario donde, según los sindicatos, se trasladan mil personas pese a que la previsión inicial era de unas 700

Los funcionarios se sitúan en línea y sin ninguna separación.
Funcionario busca sitio
PEDRO ETURA

Cables por el suelo, garrafas de agua apiladas junto a mesas de trabajadores, montañas de expedientes ocupando puestos de trabajo, funcionarios alineados a apenas un metro de distancia... Esta es la imagen de las nuevas dependencias administrativas del Seminario. Pese a que se anunció como un edificio amplio, cómodo y luminoso, la realidad es que la llegada de los funcionarios ha puesto en evidencia las carencias que existen. Todos los sindicatos se reunieron ayer y han presentado una queja en Régimen Interior para denunciar esta situación y solicitar un informe del Servicio de Prevención Laboral que indique si se cumple la normativa. Ellos consideran que no.

 

"Algunos trabajadores casi tienen que saltar su mesa para poder salir de su puesto de trabajo", relata Ignacio Aguar, de UGT. Los funcionarios prefieren mantener el anonimato, pero son los del centro municipal de informática los que más se quejan por sus condiciones de trabajo. "Estamos apiñados, no cabemos. Nos vinimos de la plaza del Pilar para estar mejor y estamos peor", explica uno de los trabajadores. "No hay intimidad", dice. De hecho, no hay separación entre los puestos.

 

Otro recuerda que el espacio que ocupan no era el previsto inicialmente. "Con la creación de dependencias representativas, como la zona de Alcaldía, el espacio para los servicios municipales se ha reducido considerablemente", señala este funcionario, que destaca que se había anunciado que cada puesto iba a tener 15 metros cuadrados. Mientras, el número de funcionarios que se traslada aumenta. La previsión inicial era de 700, pero ahora ya se supera el millar. La mudanza se está haciendo paulatinamente.

 

Junto con informática, los últimos en mudarse han sido los que elaboran la web municipal y los trabajadores de Ciencia y Tecnología. En el edificio, llevan ya varios meses decenas de empleados de Urbanismo. "Los primeros que llegaron están bien, pero conforme han ido viniendo los servicios, se han ido amontonando", señala Aguar. Pero a esto hay que añadir que la mudanza también se ha dilatado con la decisión del alcalde, Juan Alberto Belloch, de no comprar mobiliario nuevo.

Mezcla de mobiliario

Ahora los servicios municipales se han convertido en un 'collage' de mesas de diferentes tamaños, modelos y colores. No en vano, cada funcionario se traslada con sus muebles de la plaza del Pilar. Eso sí, siempre que quepan en el nuevo espacio. Y esto conlleva labores de desmontaje, embalaje, transporte, desembalaje y montaje. Es decir, una semana aproximadamente frente a los dos días que hubiera durado el traslado sin muebles. Mientras, no pueden trabajar.

 

José María Martín, de CC. OO., coincide con sus compañeros sindicales en señalar la falta de planificación como principal causa. "El problema es que no hay suficiente espacio y el que se utiliza no estaba pensado para puestos de trabajo", argumenta Martín, que indica que algunas salas tienen una iluminación deficiente y no tienen salidas de emergencia.

 

"Las cosas no se están haciendo de forma ordenada. Están metiendo la gente a presión y no reúne las condiciones adecuadas", critica Tomás García, de CSL-CIPOL.

 

Por su parte, fuentes municipales aseguran que se va a buscar una solución y que durante toda la semana habrá reuniones con los sindicatos. Insisten, no obstante, en que los puestos de trabajo cumplen la normativa: no ocupan menos de 3,5 metros cuadrados, que es el límite legal. Reconocen, en cualquier caso, que el decreto de Alcaldía sí ha dificultado el traslado ya que hay que transportar todos los muebles y el plazo es más largo. Además, recuerdan que la mudanza todavía no ha terminado. Aún hay tiempo de solucionar el problema de espacio.