ZARAGOZA

La entrada del Tubo lucirá a finales de año cuando acabe el edificio junto a Puerta Cinegia

La entrada del Tubo estará definitivamente acabada a finales de año cuando se inaugure el edificio situado junto a Puerta Cinegia, dos décadas después de que se empezara a planificar la rehabilitación integral de este emblemático enclave del Casco Histórico. El bloque compartirá el característico diseño exterior de Puerta Cinegia para garantizar la uniformidad de la fachada del Tubo desde la plaza de España.


El inmueble se dedicará a oficinas y viviendas de alquiler e integrará los restos de la muralla romana que aparecieron tras vaciarlo por dentro hasta dejarlo en un esqueleto, hace dos años.


La pretensión es poner en valor los restos para que se puedan ver en los futuros locales comerciales y en el portal, además de ser visitables en los sótanos e, incluso, en las oficinas. De entrada, ha obligado a la propiedad, la familia zaragozana Lalmolda Sanz, a renunciar a los sótanos previstos, dado que los vestigios romanos ocupaban las vías de paso. "Se les va a dar la máxima visibilidad", apuntaron los hermanos María Luisa y Pablo Lalmolda.


La campaña arqueológica se realizó en los dos últimos veranos, bajo la supervisión del Gobierno de Aragón, y permitió sacar a la luz los restos de uno de los torreones y del paño de la muralla. Las ruinas se han protegido y recubierto con telas especiales (geotextiles) para evitar daños durante la fase de construcción. Como medida complementaria, se ha instalado una tarima de madera. Ambas capas se retirarán cuando finalice la obra.


La empresa contratista, Obearagón, ha finalizado la cimentación y comienza a levantar la estructura metálica, aunque apenas es visible desde la plaza de España. Alcanzará las ocho alturas para igualarse con los pisos retranqueados de Puerta Cinegia. En total, la superficie edificada alcanza los 1.657 metros cuadrados sobre un solar en forma de 'L' entre la plaza de España y la calle de los Mártires que apenas llega a los 230 metros de planta.


María Luisa y Pablo Lalmolda explicaron que cinco de las plantas se dedicarán a oficinas y las tres restantes se reservarán a viviendas, una por planta. Todo se dedicará al alquiler, cuya comercialización comenzará antes del verano. "Ya se nos están dirigiendo muchos interesados e incluso tenemos una oferta para quedarse con todo el edificio. Realmente nos ha sorprendido el interés que ha despertado", aseguraron.


Precios aún por fijar

Los precios aún no los han fijado, pero incidieron en que no quieren entrar en una subasta. "Está ubicado en un gran enclave y es interesante porque tiene mucha fachada y pocos metros cuadrados en proporción, pero no solo nos mueve el dinero", añadieron.


El edificio, en cuyos bajos estaba el histórico bar Edgar, mantendrá la misma imagen exterior de Puerta Cinegia para cumplir las prescripciones impuestas en su día por la comisión de Patrimonio para mantener la linealidad del conjunto. Sin embargo, la distribución de los espacios no tendrá nada que ver.


El arquitecto que firma todo el conjunto de la entrada del Tubo, Daniel Olano, señaló que el proyecto se tuvo que modificar para integrar la muralla romana. "Queda absolutamente a la vista, dentro del edificio. Así como en Puerta Cinegia se trasladaron los restos y tras la obra volvieron a su emplazamiento, aquí los mantenemos in situ, protegidos", dijo.


Olano explicó que se podrá bajar a ver los restos, que ocupan las dos plantas subterráneas, desde los locales. Ni siquiera las escaleras serán un obstáculo, dado que tendrán una estructura ligera para no ocultar los sillares ni el rudus (la capa de cimentación de la sillería de la muralla). Incluso el muro de hormigón perimetral de la cimentación se ha adaptado a la aparición de las ruinas, de forma que se corta en varios puntos para exhibir sillares.


El portal estará en la calle de los Mártires (números 2-4) y su vestíbulo llamará la atención al tener parte de la muralla como cerramiento perimetral, al igual que uno de los locales. Además, grandes cristaleras permitirán observar los sillares y la cimentación de la defensa construida en la época romana.


La fachada de la plaza de España será simple en las cinco plantas de oficinas y doble, como en la parte comercial de Puerta Cinegia, en las tres viviendas. Su superficie oscila entre 90 y 98 metros cuadrados, dado que están retranqueados.