ZARAGOZA

Los ambulantes están dispuestos a ir al juez si su traslado "no se hace en condiciones"

Rechazan ir a La Almozara y estudian hacer cumplir el convenio que recoge que el rastro vuelva a La Romareda si no llegan a un acuerdo. Urgen una reunión con Belloch para buscar una solución consensuada

Los ambulantes del mercadillo están dispuestos a todo para que su salida de San José se haga en las "mejores condiciones posibles". Plantean incluso movilizaciones e ir a los tribunales si el Ayuntamiento de Zaragoza no les ofrece una ubicación adecuada. Tienen sobre la mesa el convenio que firmaron con el alcalde de Zaragoza en enero de 2006 y en el que se reconoce su derecho a regresar a La Romareda. De momento, urgen una reunión con Juan Alberto Belloch para buscar la mejor solución.


Los vendedores del rastro deberán abandonar el entorno del Príncipe Felipe a principios de octubre, cuando comiencen los partidos de baloncesto en el pabellón de deportes. Así se lo han hecho saber responsables del consistorio zaragozano, aunque los ambulantes no aceptan el lugar que se les plantea, el parquin sur de La Almozara, ni la rapidez ni las condiciones con las que quieren trasladarlos.


"Queremos negociar, es lo mejor, pero no queremos que las cosas se hagan tan deprisa. Han tenido más de dos años para hablar con nosotros y ahora lo que quieren es que salgamos de aquí rápidamente y, eso, no estamos dispuesto a aceptarlo", aseguró Pilar Clavería, de la Federación de Asociaciones Gitanas. De hecho, reconoció que ya han estudiado las posibles acciones legales o las movilizaciones que podrían emprender si no llegan a un acuerdo consensuado. "Es verdad que tenemos un documento que nos garantiza la vuelta a La Romareda. Intentaremos negociar, pero no queremos que nos obliguen a algo que no aceptamos", afirmó Clavería.


Una opinión que en su base comparte la Plataforma en Defensa del Mercado. "Llegar a movilizarnos, tanto en el juzgado como en la calle, es el último recurso, y lo decidirán los vendedores, pero sí, ambas propuestas están sobre la mesa", destacó Emiliano Salazar.


Precisamente, fue la salida del rastro de San José el tema que más se debatió en los diferentes puestos ayer por la mañana entre vendedores y clientes. "Esto es el Palacio Real en comparación con La Almozara que es la choza más humilde", recalcó Esther Jiménez, ambulante y miembro de la junta directiva de Merca-Dos. "Si nos llevan ahí será nuestra ruina", añadió su compañera de puesto Marisol González.


Los ambulantes ponen bastantes pegas a esta nueva propuesta de ubicación. Consideran que el parquin sur de La Almozara apenas tiene una mala comunicación en autobús, coche y carece de edificios próximos.


En ese mismo sentido, se pronunció África Gabarre. Después de años en La Romareda "sin problemas" y con un rendimiento económico óptimo, la llegada a San José le supuso unas pérdidas a las que no ha podido hacer frente sin recurrir a los bancos. "Tenía ahorrados 18.000 euros y, en poco menos de tres años, ya no me queda nada. Aquí, en lugar de ganar casi pierdo. En La Romareda podía ganar 100 euros al día y aquí hay veces que no llego a 50", lamentó la vendedora, que regenta un puesto de productos cosméticos.


Tampoco los clientes están muy de acuerdo en que el mercadillo de San José pase a convertirse en el de La Almozara. "Soy vecina de La Romareda y a mí me gustaba que estuviera allí. No generaba tantos problemas como se dijo", admitió Concha Cañas, que junto a su marido estaba comprando en un puesto de bolsos. Además de no gustarles esa posible ubicación, Mari Carmen Gómez y Pili López la ven "lejos y a desmano desde Santa Isabel".