Un patrimonio ecológico

Estructurado en tres zonas diferenciadas, posee un pasillo central recorrido por el río Duero, principal fuente de recursos hídricos de la zona. La primera estancia es la fachada del pabellón donde se sitúa el punto de información. Aquí, se puede conseguir diversos folletos turísticos de la comunidad, así como información de las obras del interior del espacio. Lo que más llama la atención de este primer rincón son las palabras que caen en forma de cortinas de agua. Son los términos que aparecen en las noticias más buscadas de Internet. Esta obra de Julius Popp intenta transmitir que la información es efímera.

En la segunda sala nos sumergimos en el arte castellano y leonés con doce creaciones que recorren la historia de la humanidad llevándonos desde la Prehistoria hasta el Arte Contemporáneo. Aquí se pueden apreciar los rasgos de “Miguelín”, el cráneo de un Homo Heidelbergensis encontrado en Atapuerca que tiene más de 400.000 años. Así como un Berruguete de 1450 que representa al Rey David y que pertenece al retablo mayor de la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Paredes de Nava. Mientras una pila bautismal románica de la concatedral de San pedro en Soria ilumina el centro de la sala, varios cuadros del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) cuelgan de la pared principal.

El Duero recorre todo el pabellón, igual que atraviesa la comunidad. En el suelo aparece marcado el río y sobre él se destacan algunas ciudades. Es el proyecto de las llamadas “Cúpulas del Duero” que pretende hacer de Valladolid la cuna del vino en la comunidad, de Burgos la del patrimonio, Salamanca la del agua, Zamora la de la tecnología y Soria la de la energía. Esta última es la única que ya está en producción, con la “Ciudad del Medio Ambiente en Garray”.

La última estancia del pabellón explica la historia del Canal de Castilla mediante un video que se proyecta sobre una superficie blanca que reproduce la orografía de la comunidad. Aquí se puede ver la evolución que sufrió el canal desde que comenzó a construirse en el siglo XVIII y hasta la actualidad. También se explican las modificaciones que ha sufrido el medio ambiente a raíz de su creación.

Lo que llama la atención por encima de todo el contenido, es la curiosa división del espacio gracias a unos pseudo botelleros gigantes que albergan botellas de vidrio reciclado traídas expresamente desde una fábrica de León. Son 30.370 exactamente y llevan acoplado un sistema de luces que reproduce los colores de las vidrieras de la catedral de Burgos. E incluso, si uno se fija mucho, en la fachada del pabellón se puede ver el león del escudo de la comunidad reflejado en las botellas. Además, las maderas que albergan todas estas botellas son de pinares sorianos y se han seguido líneas arquitectónicas propias del Románico en su construcción.

Y para despedirse de Castilla y León, ¿qué mejor que un vídeo de sus Parques Naturales?