Impacto en la ciudad

LA RECUPERACIÓN DE UN ÁREA OLVIDADA


Un vasto terreno agrícola rodeado de agua e integrado en la ciudad que, de la noche a la mañana, se convierte en un próspero bosque de edificios vanguardistas y zonas verdes para uso recreativo. Podríamos estar hablando de la isla de la Cartuja o del meandro de Ranillas; en ambos casos, los cultivos dejan paso a la exposición, los paseos y los espectáculos.


LOS PUENTES


Resulta inevitable trazar paralelismos entre el arco y los cables tensores del puente de la Barqueta sevillano, de Juan José Arenas y Marcos Pantaleón, y el zaragozano Puente del Tercer Milenio. Al fin y al cabo, se trata de construcciones vanguardistas que se inscriben en una línea arquitectónica similar, pero que en ambos casos se han convertido en un nuevo elemento emblemático de la ciudad, que en el caso aragonés se suma al Pabellón-Puente de Zaha Hadid.


Hablando de unir orillas, la pasarela de la Cartuja, proyectada por los ingenieros Fritz Leonhardt y Luis Viñuelas, fue uno de los accesos peatonales a la Expo 92. En Zaragoza, la pasarela del Voluntariado de Manterola cumple un papel similar, con un 'pincho' que recuerda al del puente del Alamillo de la capital hispalense, hermanando aún más las riberas de ambas ciudades.


EL TREN DE ALTA VELOCIDAD


El primer AVE llegó a Sevilla el 21 de abril de 1992, un día después de la apertura de la muestra. La Alta Velocidad fue uno de los hitos perdurables de la Exposición Universal. Esta línea de Renfe contó con un apeadero en el propio recinto Expo, al que llegaban algunos de los trenes. Hay que considerar la distancia de La Cartuja respecto de la estación de Santa Justa, que también se construyó con la Expo como meta.


En el caso de Zaragoza, el desembarco del AVE ha sido menos precipitado, pero tampoco se puede desligar del momento histórico en que está inmersa la ciudad. En este caso, la línea no llega hasta el propio recinto, pero la Estación Intermodal está tan cerca, que los visitantes que llegan en ferrocarril solo tienen que dar un pequeño paseo a través de la nueva pasarela de Delicias.


OTROS TRANSPORTES EMBLEMÁTICOS


El telecabina y el monorraíl fueron un alivio para los visitantes que debían desplazarse por el vasto recinto expositivo de la Cartuja. En la Expo de Zaragoza se puede disfrutar del primero, pero no habrá que irse muy lejos para montarse en los particulares trenes, porque se han elegido como medio de transporte en el centro comercial Plaza Imperial, situado en el sur de la ciudad.