EXPO 2008

Expoagua apura los trabajos para reabrir la avenida de Ranillas el próximo 5 de junio

Las plazas de aparcamiento junto al recinto se reservan al transporte público y a personas con movilidad reducida. Solo los coches de clientes del hotel Hiberus podrán circular por la Ronda del Rabal.

La avenida de Ranillas se reabrirá finalmente al tráfico el próximo 5 de junio, lo que permitirá descongestionar el barrio del Actur, tras padecer tres años de atascos por la obras. Los casi dos kilómetros que separan la glorieta de Clara Campoamor de la Ronda Norte serán de nuevo transitables para las empresas contratistas de la Expo y para cualquier ciudadano, que hasta ahora estaban obligados a dar un gran rodeo para poder atravesar el barrio.


El jefe del área de Infraestructuras de Expoagua, Miguel Ángel Soria, incidió en que la apertura de la avenida será completa con motivo de la primera prueba de funcionamiento del recinto, en la que 25.000 personas accederán a la muestra para poner a examen todos los servicios internos, los equipos y la respuesta del propio personal.


La avenida de Ranillas será la vía más rápida para llegar a la Expo, aunque los coches no podrán aparcar porque la prioridad absoluta será el transporte público. En el tramo de la Expo, comprendido entre las glorietas de Clara Campoamor y Ruiz Picasso, las bandas de aparcamiento de ambos sentidos se han reservado durante los próximos tres meses para acondicionar dos usos muy concretos: la del lado de la Expo tendrá paradas para las lanzaderas de bus urbano y será el principal punto para coger taxis, mientras que la del lado del Actur se destinará al estacionamiento de vehículos de personas con movilidad reducida.


Máxima seguridad

La glorieta de Ruiz Picasso, con 126 metros de diámetro, cuenta con seis carriles centrales en dirección Pablo Ruiz Picasso-Ronda del Rabal, aunque la circulación por el cierre del tercer cinturón y por el Puente del Tercer Milenio estará restringida durante los tres meses de la muestra al transporte público, a vehículos oficiales y a los de servicio de la propia organización.


En la mediana se han montado tres puntos de control con escáneres especiales para supervisar las furgonetas con mercancías que accedan al Área de Servicios Interna (ASI) del recinto, lo que originará colas.


Los únicos vehículos que podrán circular sin restricciones por la Ronda del Rabal serán los de los clientes del hotel Hiberus, situado entre el Puente del Tercer Milenio y el Palacio de Congresos. Podrán hacerlo por la avenida de Ranillas o por el citado puente, ya que se ha urbanizado una pequeña rotonda para girar.


El nuevo trazado se aprecia desde hace semanas, aunque estos días se está aplicando la última capa de aglomerado asfáltico en todo el tramo, según explicó Soria. También se están instalando los semáforos, las farolas y los mástiles de los que ondearán todas las banderas de los participantes de la Expo en la rotonda de Ruiz Picasso.


En esta obra se han invertido 7,3 millones de euros y completa la renovación de la avenida en sus dos extremos, entre Legaz Lacambra y la Ronda Norte, y el que une la glorieta de Clara Campoamor con los puentes de La Almozara y de Santiago. El nuevo diseño ha supuesto la ampliación de las aceras y la incorporación de un carril bici. Los vehículos dispondrán de dos carriles por sentido. También se ha construido un segundo túnel de acceso al gigantesco sótano de la Expo, aunque solo se utilizará tras la clausura por motivos organización y de seguridad, salvo en caso de una emergencia. En el tramo central se han enterrado nuevas conducciones que fueron solicitadas por el Ayuntamiento.