ZARAGOZA

Urbanismo rebaja a cinco años la antigüedad de los pisos que podrán cerrar sus terrazas

El Ayuntamiento aprueba la nueva normativa y acuerda suspender las sanciones de aquellos que cumplan los requisitos exigidos.

La Gerencia de Urbanismo acordó ayer iniciar los trámites para modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y permitir, en determinados supuestos, los cerramientos acristalados de las terrazas. Respecto a las previsiones iniciales, se han introducido dos cambios. El primero afecta a la antigüedad que debían tener las viviendas para poder solicitar el permiso: se ha reducido de diez a cinco años. Además, se ha incorporado una disposición transitoria que, previo informe técnico, suspende la tramitación de las sanciones de aquellos pisos que pudieran cumplir los requisitos establecidos en la normativa.


Estas son las principales novedades de la modificación del PGOU que ayer aprobó de forma inicial el Ayuntamiento de Zaragoza por unanimidad y que el viernes será ratificada por el pleno. El cambio normativo deberá superar el periodo de exposición pública, así como los informes de la DGA, para que pueda ser aprobado definitivamente, previsiblemente, el próximo año.


Esta medida tiene un gran impacto ciudadano. El último estudio publicado sobre este fenómeno, titulado "Tuning urbano" y redactado por el sociólogo David Baringo y el economista Rafael López Insausti, concluyó que la mitad de los 26.000 edificios que hay en Zaragoza tiene uno o más cerramientos acristalados colocados en alguna de sus terrazas. En total, más de 74.000 balcones disponen de alguna instalación de este tipo y se estima que cada año se acristalan unos 2.000 más.


No obstante, la suspensión de sanciones durante todo el proceso de tramitación del cambio legal será vigente en cuanto se publique la modificación de la norma en los boletines oficiales. "No se trata de una ley de punto final urbi et orbe. Hay que cumplir una serie de características", aclaró el concejal de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón.


Esto significa que se paralizan los procedimientos sancionadores de aquellos cerramientos que, previo informe técnico, fueran susceptibles de legalización, al cumplir los requisitos incluidos en la norma. El pasado año, el Ayuntamiento incoó 35 sanciones por acristalamientos ilegales de galerías.


Urbanismo ha decidido reducir la antigüedad establecida en un principio para proceder al cerramiento. Desde el final de la obra, deberán haber pasado cinco años para que se pueda solicitar permiso para acristalar la terraza. En un principio se habían propuesto diez años. Esta medida se adopta para evitar que el promotor, ante la posibilidad que abre la normativa, venda como edificable una superficie que no lo es.


Hay otras condiciones para cerrar las terrazas. Destaca la necesidad de presentar un proyecto unitario, redactado por técnicos competentes, que garantice la coherencia del conjunto del edificio, así como su relación con los bloques colindantes. Por otro lado, el Ayuntamiento exige el acuerdo de la comunidad de propietarios, lo que impide que un vecino se cierre su terraza sin la conformidad del resto.


No más de un 6%

Uno de los escollos que ha tenido que superar este cambio de la normativa es controlar que el cerramiento de la terraza no supusiera un incremento de la edificabilidad, porque los balcones no computan. En el caso de haberse agotado el espacio edificable, se ha establecido que la superficie de las galerías acristaladas no supere el 6% de lo construido en cada planta. Por otro lado, el cerramiento no será gratis, ya que habrá que pagar al Ayuntamiento por el exceso de edificabilidad.


En el caso de las viviendas sometidas a algún tipo de protección en materia de patrimonio, deberán obtener un informe favorable de la administración competente. Además, solo se permitirán cerramientos en planos verticales que no sobresalgan la fachada. Con esta norma se quiere impedir el cierre de áticos o balcones descubiertos.


El proyecto que se presente al Ayuntamiento deberá prever la supresión, sustitución o armonización de las instalaciones que previamente hubieran colocado los propietarios particulares. En los patios interiores también se exigirá la adecuación a un proyecto unitario.