EXPO 2008

Latinoamérica, el Caribe y África, casi listas para la inauguración

Lo principal de las estructuras arquitectónicas de los pabellones ya está terminado y sólo faltan los remates finales para que los tres edificios estén listos para someterse a la prueba de carga, el 5 de junio.

Latinoamérica, el Caribe y el África subsahariana dan los últimos retoques a sus pabellones, a tres semanas de la inauguración de la Exposición Internacional de Zaragoza 2008, donde esperan convertirse en referentes de la cita que comienza el 14 de junio.


Lo principal de las estructuras arquitectónicas ya está terminado y sólo faltan los remates finales para que los tres edificios estén listos para someterse a la prueba de carga, el 5 de junio, con la que "se darán por concluidas las obras de manera oficial".


Así lo manifestó Antonio Silva, el director de Comunicación de la Expo, durante la visita que los medios de comunicación realizaron a estos tres pabellones en el marco de la "Semana de la Prensa", con la que la organización de la muestra quiere dar a conocer cómo marchan las obras en su recta final.


Silva explicó que el 5 de junio "25.000 ciudadanos participarán en la prueba de carga para comprobar que todo va a funcionar bien", tras lo cual sólo restará dar una última limpieza de cara al recinto a poco más de una semana de que abra sus puertas al público.


La organización de la Expo mostrará durante esta semana a 700 periodistas 34 de los 106 pabellones que se exhibirán en la Muestra y hoy fue el turno de Latinoamérica, el Caribe y África subsahariana, que han sido construidos con fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y de la propia Exposición Internacional.


El más amplio es el de Latinoamérica, que cuenta con 4.200 metros cuadrados de superficie, en un edificio diáfano, cuyas fachadas están pintadas en tonos azules con motivos de un diluvio sobre personas que festejan el agua, el eje central de esta Expo 2008.


Tres hojas de grandes dimensiones rodean el edificio y hacen las veces de una segunda piel del edificio, de manera que aparenta haber dos fachadas sobre las que se proyectarán juegos de luces para potenciar el impacto visual del recinto latinoamericano.


El visitante tardará aproximadamente una hora en recorrer esta propuesta, que comienza en un gran escenario, sobre el que habrá 8 espectáculos de 20 minutos durante los 93 días de la Expo.


El pabellón está diseñado para que el visitante continúe su visita por los países de Centroamérica, que reparten sus espacios en superficies de unos 90 metros cuadrados con forma de gota de agua.


En cada uno de ellos habrá una exposición gráfica en las paredes, una representación audiovisual y un módulo interactivo, así como una tienda en la que se venderán productos típicos de cada país.

Museo de América de Madrid, en Zaragoza


A continuación, hay una explanada en altura de 700 metros cuadrados que acogerá una exposición con piezas prehispánicas del Museo de América de Madrid con el agua como motivo, que quiere mostrar "una imagen estética del corredor biológico mesoamericano", dijo el responsable del pabellón, David Jiménez.


Junto a la exposición, se instalará un jardín tropical con 10 especies endémicas de América Latina y que desemboca en la zona reservada a Sudamérica, región que expondrá conjuntamente, con la excepción de Brasil y Argentina, que acuden con propuesta propia y con espacios algo mayores, de unos 250 metros cuadrados.


También promete ser espectacular, luminoso y colorido el pabellón de los 14 países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), que es el más avanzado y que será "uno de los recintos que más disfruten los ciudadanos porque mezclará mensaje y diversión", aventuró Silva.


A este pabellón se entrará por la "Sala de Encuentros", donde se hará una presentación audiovisual de los 14 países antes de entrar en una segunda área con vegetación tropical, la "Sala de las Sensaciones", donde los visitantes experimentarán una tormenta tropical, afirmó Carolina Marín, responsable de este edificio.


El tercer espacio simula una plaza de una ciudad colonial, en torno a la cual hay casas adosadas de dos plantas, con colores vivos y diseños diferentes, coronadas con la bandera de cada país.


En medio, un kiosco, en el que también habrá música y baile a diario y muy cerca un bar, donde se podrán degustar mojitos, ron y otros cócteles caribeños, acompañados de comidas de la región.


El pabellón de África también dará que hablar, sobre todo desde el exterior, porque el edificio está rodeado de pequeñas láminas metálicas, iluminadas desde dentro, que de día asemejan un oleaje marino y que cuando se esconde el sol proyectan diversas imágenes de la selva, la sabana y las praderas africanas.


El interior, explicó su responsable, Ferrán Casanovas, recreará "el recorrido de un río que atraviesa todos los países, con una escenografía de formas irregulares y cambiantes, y con el techo convertido en zona común", ya que representará, con ocho proyecciones, los distintos cielos que África puede mostrar.