La reforma del eje central de Oliver obliga a desviar 4.200 coches al día durante ocho meses

Comienzan las obras para renovar 444 metros de la calle de Antonio Leyva con una inversión de 760.000 euros. Se van a ensanchar las aceras y a cambiar más de 300 metros de tuberías.

Expectación ante el inicio de los trabajos junto al centro cívico del barrio.
Expectación ante el inicio de los trabajos junto al centro cívico del barrio.
Aránzazu Navarro

La reforma del Mercado Central, las viviendas comunitarias de Las Fuentes y el cambio de imagen de la calle de Antonio Leyva. Estos son los tres proyectos que creen en ZEC que serán el legado de su gestión y con los que dejarán huella en la ciudad. Ayer comenzaron las ambiciosas obras para reformar el eje central del barrio Oliver, que se llevarán a cabo en tres fases y se prolongarán durante unos ocho meses.

Si no hay contratiempos, para después del Pilar los vecinos podrán reestrenar Antonio Leyva, donde se van a mejorar aceras, alumbrado, pavimentos, es decir, «todo lo que se ve, pero también las redes de vertido que –aunque no estén a la vista– quizá sea lo más importante», afirmaba ayer Manuel Clavero. El presidente de la asociación de vecinos Aragón apunta que muchísimas de las tomas de agua del barrio se instalaron hace más de 40 años y acostumbran a romperse en no pocos puntos por lo que el hecho de que la reforma sea integral «es esencial». Se aprovechará, por tanto, para renovar el enjambre de tuberías que actualmente son de frágil fibrocemento y se sustituirán las otras canalizaciones de fundición dúctil a lo largo de más de 301 metros lineales.

Desde ayer el tráfico está cortado en el tramo que va desde el cruce con San Alberto Magno hasta la calle de Alfonso de Villalpando y el Ayuntamiento ha tenido que desviar los itinerarios de 4.200 conductores al día así como de varias líneas de bus. De hecho, el leve retraso del inicio de obras se debió a que desde Movilidad buscaban una alternativa para que las líneas 21, 53 y N3 no tuvieran que ir por la antigua carretera de Madrid y pudieran acercar más a los vecinos a las viviendas. Así, hubo que hacer pequeñas actuaciones en la calle del Lago de Millares (mover contenedores, prohibir estacionar e incluso procurar la cesión de una parcela) para reducir el número de kilómetros que los próximos ocho meses harán los buses.

22 años de espera

«Los primeros días siempre son de despiste y de incomodidades, pero en pocas semanas los vecinos nos habremos acostumbrado», dice Clavero, que recuerda que desde 1996 no se actuaba de forma decidida en la arteria principal del Oliver. «Como se va a actuar por tramos, se irán viendo algunos resultados antes de verano, así que de momento nos toca tener paciencia y modificar nuestras rutinas como ya hicimos el pasado enero con el cambio a sentido único del acceso al barrio por la calle de Mosén José Bosqued», añadía.

Las obras irán avanzando poco a poco hasta alcanzar el cruce con Marqués de San Felices y cubrir los 444 metros de calle (6.300 metros cuadrados de superficie), cuyas exiguas aceras ganarán bastante anchura. El nuevo vial tendrá dos carriles en un sentido único (con una calzada de de 6,80 metros) y con la reforma se procurarán mejoras también a las calles adyacentes, algunas de las cuales ya sufren las obras desde ayer: Jesús Valdés ha quedado en fondo de saco, Ramón Stolz se ha cortado al tráfico y Lolita Parra asume varios desvíos, por citar solo unos ejemplos.

Sin carril bici

Eso sí, no se han proyectado en Antonio Leyva plazas de aparcamiento ni tampoco se ha previsto dotar a la vía de carril bici porque la intención municipal es hacer todo el distrito permeable a las bicicletas, esto es, aunque en la vía principal haya espacio suficiente para la vía ciclista, sí se estudiará hacer un carril bici bidireccional en las calles paralelas, concretamente, en Agustín Príncipe, Pedro Porter y Jerónimo Cancer. Aunque durante el anteproyecto se había hecho el cálculo de que los trabajos podrían rondar el millón de euros, finalmente fueron licitados hace unos días por 759.694. Así lo explicó a los vecinos el pasado día 21 el gerente de Urbanismo del Ayuntamiento, Miguel Ángel Abadía, en una reunión en el centro de mayores del barrio, a la que acudió acompañado por técnicos para detallar pormenores del proyecto.

«Hemos tenido cuatro o cinco encuentros antes del inicio de las obras y confiamos en seguir teniéndolos para poder hacer planteamientos o solventar dudas sobre la marcha», comentaban ayer los residentes del entorno, preocupados también por los daños que los meses de zanjas y vallas puedan hacer al comercio de proximidad. En la cita de hace seis días, los vecinos preguntaron acerca de cuántos y cómo serían finalmente los nuevos puntos de luz (se sustituyen 17 luminarias existentes en las fachadas por otras de led que se colocarán sobre la acera de números impares) y también sobre las medidas que tiene previsto aprobar el Consistorio para garantizar la peatonalidad del Corredor Verde, por el que indebidamente cada día se cuelan más vehículos.

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