Juzgan a un presunto violador que fue arrestado nueve años después de cometer la agresión
Atacó a una joven que no pudo pasar una noche en el albergue municipal por llegar tarde. La agresión se produjo en un descampado cerca de la plaza de las Tenerías.
Un hombre de 42 años será juzgado en la Audiencia Provincial de Zaragoza por la violación sufrida por una mujer en el año 2007 en un descampado de la plaza de las Tenerías, junto a la calle de Alonso V de Zaragoza. Tras cometer la agresión sexual, el presunto autor huyó de la capital aragonesa y no fue detenido en Francia hasta nueve años después, concretamente en julio de 2016. Desde entonces está ingresado en prisión preventiva y pendiente de ser juzgado.
Los hechos ocurrieron el 21 de noviembre de 2007. La mujer, que entonces tenía 24 años, acudió al albergue municipal sobre las 21.00 para cenar y pernoctar, pero como había pasado la hora prevista para las admisiones le fue denegada la entrada, según recoge el fiscal en su escrito de acusación. La joven se dirigió entonces a un parque cercano con intención de esperar allí a su novio. En ese lugar se encontró con otro usuario del comedor del albergue, que iba acompañado del acusado, Pandel G. La representante del Ministerio Público añade que este hombre, que en esas fechas tenía 32 años, la arrastró en contra de su voluntad hasta un descampado y comenzó a tocarle los pechos y a golpearle en la cara hasta que la joven perdió el conocimiento. El agresor aprovechó esta circunstancia para quitarle el pantalón y la ropa interior y violarla.
La muchacha se despertó sobre las 7.00 tumbada en un colchón del descampado, desnuda de cintura para abajo y con el pantalón tirado a su lado. A la joven le faltaba el DNI, una tarjeta de crédito y dos alianzas, una de plata y otra de oro. Tras recuperar el conocimiento, se vistió y fue a un bar cercano en el que solía desayunar su novio. Al contarle lo ocurrido, este avisó a la Policía Nacional.
La mujer fue trasladada a un centro sanitario para ser atendida de las múltiples lesiones que presentaba, en especial en al cara pero también en muchas otras partes del cuerpo. La víctima permaneció cinco días hospitalizada y tardó dos meses en curar las heridas, aunque le ha quedado como secuela un trastorno de estrés postraumático cronificado que le limita notablemente su capacidad de adecuación al medio e interfiere en su ámbito de relación social, según diagnosticaron las médicas forenses que la examinaron.
Por estos hechos, la Fiscalía solicita una condena de 10 años de cárcel por violación, un año más por el delito de lesiones y una multa de 240 euros por una falta de hurto. Además, el acusado deberá indemnizar a la mujer con 1.320 euros por las lesiones y con 18.000 por los daños morales sufridos y las secuelas que le han quedado. Su abogada, Carmen Sánchez, pide la absolución.
