La ordenanza de los animales tratará de poner freno al abandono de más de 700 perros

El texto obliga a registrar muestras del ADN de los 55.000 canes que viven en hogares zaragozanos.

Trabajadores del Centro de Protección Animal, ubicado en Peñaflor, con uno de los perros que fueron rescatados este año.
Trabajadores del Centro de Protección Animal, ubicado en Peñaflor, con uno de los perros que fueron rescatados este año.
José Miguel Marco

En Zaragoza y su entorno se abandonan más de 700 perros cada año. El 10% de ellos pertenecen a camadas y, aunque se pensaba que la identificación mediante chips iba a servir para frenar esta lacra, muchos desalmados acaban arrancando el aparato antes de abandonar al animal. El concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, reconoce que con esta treta resultaba difícil localizar a quienes maltratan a sus mascotas, por lo que la nueva ordenanza de protección animal –"pionera y referente", según el Ayuntamiento– incluirá la obligatoriedad de registrar e identificar el ADN de todos los perros de la ciudad, unos 55.000, para luchar contra el abandono.

Esta identificación, que costará unos 15 euros de media a los dueños, se desarrollará a través de la colaboración con el Colegio de Veterinarios, donde extraerán sangre del animal a la vez que le vacunen, de la Universidad de Zaragoza, que analizará las muestras, y del Gobierno de Aragón, que incluirá los datos en el registro autonómico. Al contrario de lo que se apuntó en un principio, y aunque la tecnología lo permita, el ADN no se utilizará –al menos de momento– para multar a los propietarios de los perros que no recojan las deposiciones.

La obligatoriedad de registrar el ADN, que se irá haciendo paulatinamente a lo largo de este año, es la modificación más relevante de la ordenanza de animales, cuyo texto final se debatirá el lunes en la comisión de Servicios Públicos. Hay otra serie de cuestiones importantes –la eliminación del azufre de las esquinas de las calles o la creación de un teléfono gratuito de asesoramiento–, para las que parece haber consenso entre los grupos.

"Es un debate en el que no ha habido colores políticos y para el que se han registrado hasta 40 votos particulares y aportaciones de los grupos municipales", explicó ayer Cubero, que confía en que las modificaciones de la ordenanza –la base es de 2012– se apruebe por unanimidad. Para ello habrá que hilar aún más fino algunos flecos, como una propuesta de C’s para cambiar los horarios de suelta de animales en los parques y adecuarlos a las horas de sol. Así, se retrasaría su inicio en verano (de 22.00 a 10.00) y se adelantaría en invierno (de 20.00 a 10.00).

Otra cuestión que sigue sobre la mesa es la posibilidad de que los perros grandes (más de diez kilos) entren en los buses, extremo que parece poco viable por motivos de espacio y por la normativa autonómico. No obstante, el tema "lo estudian los técnicos", dijo Cubero, que también reconoció que "hay poca capacidad de control" en el caso de los dueños que dejan a sus mascotas largas horas al sol en la terraza o que no las bajan a la calle un mínimo de dos veces al día. En este sentido, la normativa "recomienda más que regula", si bien sí que abre la posibilidad de que los servicios públicos municipales puedan intervenir cuando se evidencie riesgo para la vida del animal por falta de alimento o agua, o –incluso– lleve varias horas encerrado en un coche.

La nueva ordenanza prohibirá también definitivamente los circos con animales en Zaragoza –cosa que ya se hace de facto–, si bien algunos grupos municipales quieren añadir al veto la coletilla de "animales salvajes". El texto definitivo se aprobará el lunes y después se someterá a un periodo de alegaciones antes de llevarse al pleno.

Algunas de las novedades

Prohibido echar azufre en las calles. La ordenanza sancionará el vertido de productos químicos en las equinas para impedir los orines de los animales. Cubero aseguró que el azufre que se vierte en las paredes en tóxico para los perros y resulta peligroso también para los niños y los bebés.

Cambios en los horarios de suelta. Se propone adecuar a las horas de luz. Así, en verano se permitiría que los perros fueran sueltos de 22.00 a 10.00, y en invierno, entre las 20.00 y las 10.00.

Protección por parte de las fuerzas de seguridad. Se permitirá que en casos extremos la Policía o los Bomberos puedan acceder a las viviendas para rescatar a las mascotas y proteger su vida. Cubero pone de ejemplo catástrofes naturales como riadas del Ebro, en donde se acostumbran a inundar fincas.

Teléfono contra el maltrato animal. Está previsto que se cree un teléfono gratuito de marcación abreviada de información, asesoramiento y denuncia de cualquier maltrato animal.

Transporte público. Aunque se estudia, parece poco viable que los perros de gran tamaño o más de 10 kilos puedan subir al bus.

Circos sin animales. Se prohibirán los circos de animales, no solo los salvajes. El PP solicitaba indultar los espectáculos con caballos o aves de cetrería pero no se ha aceptado su proposición.

Un chip para los gatos. Al igual que hasta ahora los perros, se exigirá que los dueños identifiquen a los gatos domésticos mediante chip.

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