UNIVERSIDAD

Windsurf y cata de jamón, asignaturas universitarias

La Universidad de Zaragoza ofrece un amplio catálogo de asignaturas de libre elección en el que, además de las tradicionales materias, se pueden elegir otras tan sugerentes como parapente o vuelo a vela.

Derecho Romano a primera hora, Economía pública a segunda y clases de windsurf y vuelo a vela para terminar la mañana. La Universidad de Zaragoza ofrece a sus estudiantes un catálogo de asignaturas de libre elección -aquellas que deben escoger para completar el 10% de los créditos de su carrera- en el que, además de en las materias "de toda la vida", les permite apuntarse a actividades tradicionalmente no ligadas a la Universidad como parapente o vela ligera.


Pero las opciones van más allá. Un alumno puede convalidar créditos si aporta títulos oficiales de idiomas, documentos que acrediten que han hecho prácticas en empresas e, incluso, certificados de participación en cursos de, por ejemplo, cata de jamón de Teruel, como se oferta en algunas ocasiones. No obstante, esto no significa que cualquier actividad pueda 'canjearse' por créditos. Para hacerlo, deben estar incluidas en el catálogo que la Universidad aprueba cada año en un consejo de gobierno y que pone después a disposición de todos sus estudiantes.


Con esta variedad de materias de libre elección se pretende que el universitario amplíe sus conocimientos y consiga competencias transversales que no le ofrece su titulación, tal y como señala la institución académica en la explicación de estas asignaturas. Esto permite que un alumno de Filología elija clases pueda matricularse en medicina naturista, que un futuro ingeniero curse historia de las instituciones públicas de Aragón y que un joven de Veterinaria aprenda los fundamentos lógicos de la semántica.


La oferta incluye, además de todas las asignaturas del resto de las carreras y otras específicas de cada departamento, la posibilidad de obtener créditos participando en determinadas actividades académicas (seminarios, congresos, etc.) que hayan sido reconocidas para tal fin por la Universidad. La institución académica valora también la dedicación al deporte y el compromiso con los problemas sociales. De este modo, permite que, por ejemplo, inscribirse en una ONG y participar en proyectos solidarios, sea equivalente a hacer una materia de libre elección.


El abanico de opciones gusta a la mayoría de los universitarios, pero hay una queja que se repite: la falta de plazas. "Está bien poder diseñar tu perfil académico con clases de otras carreras y actividades de fuera de la Universidad, lo que ocurre es que las asignaturas más divertidas y apetecibles se llenan enseguida. Los primeros que hacen la matrícula las cogen y si te toca de los últimos, es difícil tener sitio", comenta Silvia Clau, estudiante de Administración y Dirección de Empresas. "Y en muchos cursos que te convalidan después por créditos, hay veces que se quedan sin sitio el primer día que comienzan las inscripciones", añade Carol Martínez-Conde, alumna también de la Facultad de Económicas.


De 10 a 200 plazas

El número de puestos vacantes varía en función de la asignatura. Algunas como fundamentos de los deportes aéreos (vuelo a vela) disponen de poco más de una decena, mientras que proyectos solidarios tiene unas 80 y canto coral admite a más de 200 personas.


En la Universidad hay también quien cuestiona la utilidad de esas asignaturas. "Conozco a gente que por ser monitor de scouts le han dado créditos y también por ser árbitro de fútbol o baloncesto en la Universidad. No me parece lógico. Escoger materias de otras carreras o andar haciendo cursos que no me interesan para cubrir el expediente es una pérdida de tiempo", afirma Joaquín Aleña, matriculado en la Facultad de Ciencias. Este joven cursará al cabo de su titulación unos 30 créditos de libre elección. "Son bastantes y si los quitaran estaríamos menos agobiados", añade su compañero Lorien Brusau. "Al final, lo que hacemos es cogernos las sencillas de aprobar. Por conseguir créditos fáciles, hasta me apuntaría a la tuna, si la hubiera, claro", bromea el joven.