SECRETARIO DE ESTADO DE INFRAESTRUCTURAS

Víctor Morlán: «Desde que asumí el puesto en 2004 sabía que no sería profeta en mi tierra»

El secretario de Estado de Infraestructuras hace balance de sus siete años en el puesto. Entre los logros destacan las autovías oscenses; en el debe, el bloqueo del Canfranc, la TCP y la N-232.

En la imagen, Víctor Morlán, en su despacho de secretario de Estado de Infraestructuras y Planificación en el Ministerio de Fomento.
Víctor Morlán: «Desde que asumí el puesto en 2004 sabía que no sería profeta en mi tierra»
ENRIQUE CIDONCHA

Esta semana ha cumplido siete años en el Ministerio de Fomento. ¿Cuál es su balance de lo conseguido en Aragón?

En estos siete años el cambio en infraestructuras en Aragón ha sido muy potente. Sí me hubiera gustado que la A-68 fuese más rápido, pero lo que es Zaragoza y su entorno, el impulso en la provincia de Huesca, la finalización de la autovía de Teruel o la próxima licitación que vamos a hacer de la vía entre Teruel y Zaragoza para que pueda llegar la alta velocidad, son puntos positivos dentro del esfuerzo que hemos hecho.

Otra perspectiva es recordar que el Canfranc sigue lejos de reabrirse, que la Travesía Central sigue sin trazado y que, por ejemplo, la N-232 sigue sin desdoblarse.

Frente a ese planteamiento, hay cuestiones donde se ha avanzado de manera muy destacada. El acometer la autovía entre Pamplona y Huesca es un hecho incuestionable. Eso no tiene marcha atrás. Habrá autovía y habrá un eje paralelo al Ebro que permitirá dinamizar la autovía de Huesca. Finalizar las obras de la autovía de Teruel hasta Zaragoza ha colocado a Teruel en un punto de no retorno respecto a su desarrollo. Todas las inversiones que se han hecho en Zaragoza y su entorno como consecuencia de la Expo. Y todas las rondas de Zaragoza están finalizadas. Entonces, ¿qué nos falta? pues dar la solución a la N-232 entre Figueruelas y Mallén y continuar con la A-68. Luego hay proyectos como la Daroca-Calatayud o Alcolea hacia Molina. Todas esas actuaciones, quien me sustituya tiene ya muchos pasos hechos.

En Aragón ha recibido bastantes críticas. ¿Se ha sentido incomprendido?, ¿tenía asumido que podía pasar esto?

Desde el principio. Al llegar en 2004 ya dejé muy claro que sabía que no sería profeta en mi tierra.

¿Pensaba en 2004 que no iba a poder hacer todo lo prometido?

No, no era eso. Es que soy aragonés y conozco a los aragoneses. Sé que había unas ganas de ir resolviendo problemas históricos que teníamos y que piensan que se pueden resolver de una manera inmediata. Y eso no es así. Tenían que haberse puesto en valor los esfuerzos que se hacen para hacer las cosas. La opinión que se pueda haber trasladado no es por lo que he hecho, y se puede cuantificar en más de 4.000 millones de euros de inversión en Aragón en cinco años, o dejado de hacer.

¿Qué previsiones tiene a corto plazo para Aragón?

Este miércoles hemos puesto en servicio la variante de Alcañiz, que permite que el tráfico de largo recorrido entre el Levante y el interior de Aragón no discurra por el interior de la ciudad. Y cinco días antes abrimos el tramo entre el río Alcanadre y Ponzano de la A-22, con el que se consigue la continuidad entre Siétamo y la variante de Binéfar. Junto con los tramos abiertos en la provincia de Lérida, suponen un total de 62,9 km. Esta autovía, el trayecto Nueno-Jaca de la A-23 y la A-21 entre Jaca-Pamplona formarán un eje libre de peaje que unirá la cornisa cantábrica con el corredor Mediterráneo pasando por Huesca. Además, nuestra intención es poner en servicio casi 15 kilómetros más entre Binéfar y el límite de la provincia de Lérida en mayo, con el fin de que entre finales de 2011 y principios de 2012 podamos ir de Siétamo a Lérida por autovía. Por último, en lo que respecta a la A-21 entre Jaca y Pamplona, nuestra previsión es abrir dos tramos este mismo año. Y en la A-23, pondremos en servicio Sabiñánigo-Jaca este mismo verano.

¿Se puede decir que en su mandato ha dado un fuerte empuje a las infraestructuras en Huesca, pero a la vez ha relegado las de Teruel y en Zaragoza ha cuidado más la capital que la provincia?

No considero que sea así. Y cuidado con lo que se dice de la provincia de Zaragoza, porque siempre hablamos del entorno de la capital, pero lo que estamos haciendo en la A-2 hasta el límite de Soria, la reforma en la autovía de nueva generación, es una mejora sustancial. En Zaragoza sí tenemos algunas cosas pendientes. Una de ellas es la solución a la N-232 entre Figueruelas y Mallén.

¿Se atreve a poner una fecha a los desdoblamientos pendientes?

Lo que me atrevo es a decir que tenemos que darle una solución a ese tramo de 22 kilómetros. En estos momentos no puedo licitar obra en ese tramo.

¿La solución entonces pasa por ampliar la liberación del peaje también a camiones?

Hace unos meses di una fecha para eso. Y quiero decir que lo que tenía que hacer el Ministerio ya está hecho. Estamos negociando con la concesionaria, buscando algún tipo de medida que permita mejorar la seguridad y la movilidad. Y después nos queda el tramo de la AP-2, desde Pina hasta Alfajarín, liberarlo de peaje, hacer una conexión de Fraga a Candasnos y comprobar si nos llega el dinero para ver cómo puede haber alguna reducción de peajes en la AP-2. No podemos acometer todo de la manera que nos gustaría.

¿Qué recomendaría en materia de infraestructuras al futuro presidente de Aragón para los próximos cuatro años?

Aragón tiene que colaborar y mantener como irrenunciable la conexión con Francia por el Pirineo Central. Tenemos que lograr que esa conexión se produzca. Interesa a Aragón, pero interesa al conjunto del Estado.

¿El Canfranc es responsabilidad de la DGA?

No, el Canfranc es cuestión nuestra. Nosotros, como país, llegamos hasta la boca Sur del túnel. Y me alegro de que ahora Francia esté dispuesta a llegar hasta Oloron y Bedous, pero me apetecería mucho que ese compromiso se extendiera hasta la boca Norte del túnel. Entonces sí que estaría consolidada su reapertura. Francia siempre miraba hacia el Norte, pero las conversaciones funcionan y ahora empieza a mirar al Sur. Francia está comprometida con nosotros, con el Canfranc y con la TCP.

¿Es realista pensar que se hará el eje atlántico, el corredor Mediterráneo y la Travesía Central?

Sí, porque son 500 kilómetros de frontera.

¿Hay dinero público para los tres?

A día de hoy, no para ponerlo en obras. Pero en un plazo de cuatro o cinco años, por supuesto que sí.

¿Por qué el corredor Mediterráneo ha conseguido más ritmo y más apoyos en el Gobierno central que la TCP?

Ese tema me produce cierta indignación por la falta de comprensión. El corredor Mediterráneo tiene sus inversiones hechas, en gran parte porque hay una conexión con Francia que ya está hecha entre Figueras y Perpignan y lo único que se trata es de incluirlo dentro de la red transeuropea de transportes. Y para la TCP, teniendo en cuenta que los trenes entre Algeciras y Canfranc ya pueden circular, lo que nos falta es definir con Francia por qué parte del Pirineo oscense cruzará la misma.

¿Plantea que la DGA apueste por el Canfranc o a por la Travesía?

Hablo del Canfranc como un elemento primero y de la Travesía Central como un elemento segundo. Y dentro de lo que es la competencia autonómica, el próximo gobierno aragonés tendrá que marcarse prioridades. El desarrollo del Plan Red va a contribuir a generar seguridad en el tráfico, mejor movilidad y una mejor coordinación y complementariedad con las vías estatales.

¿Y sobre los aeropuertos?

Hay que hacer que los aeropuertos que tenemos en la Comunidad, a través del comité de rutas, tengan la coordinación necesaria.

¿Tiene algún sentido el aeropuerto de Huesca? Cuando accedió a este cargo en 2004 dijo que no compartía ese proyecto, pero que costaba más pararlo que seguir.

Ahora es muy fácil juzgarlo. Pero si en 2004 hubiera sabido lo que iba a pasar en 2010, seguro que no habría tomado la decisión de continuar. Pero en 2004 había unas perspectivas de desarrollo que nos ayudaban a confiar en seguir con esa infraestructura. Aunque no era una prioridad en absoluto y desde luego yo nunca hubiera planteado hacer ese aeropuerto, también es cierto que una vez iniciado, avanzado, había que acabarlo.

¿Hay alguna fórmula para sacarlo adelante?

No es sencillo. Pero está pasando con otros aeropuertos del conjunto del Estado, que la situación económica les afecta. A pesar de lo que digan otros, no es un aeropuerto en el que puedas promover que una compañía establezca una línea regular. En Huesca hay la población que hay. Tiene que ser una aeropuerto receptor. Tiene que atraer gente por actividades de ocio, culturales y deportivas.

¿Darán ritmo a las cercanías?, ¿las ampliarán al menos a Alagón?

Fue un empeño mío que hubiera cercanías en Zaragoza. Tuve que vencer muchas reticencias. Ahora la clave es que empiece a funcionar la estación de Goya. Es su núcleo. Tiene que producirse un cambio en la cultura de los zaragozanos y su entorno, para que la usen. Eso traerá más frecuencias, y ampliaciones. Alagón es uno de los sitios donde puede haber cercanías más pronto que tarde. Habrá que hablarlo con la Comunidad.

La DGA tiene claro que para eso no tiene dinero.

Eso no lo sé. Sí que lo he comentado con el consejero aragonés y que la Secretaría de Estado de Transportes ha propuesto a la DGA transferirle las cercanías. Lo que pasa es que es un proceso largo.

El Gobierno central ya tumbó una vez la autovía entre Teruel y Cuenca, ¿Cree que se hará alguna vez?

Lo que ocurrió es que hubo una declaración de impacto ambiental negativa. Luego nos reunimos con las tres comunidades para buscar un trazado. Definimos un trazado y lo mandamos a Medio Ambiente. De pronto surge una noticia en la que se dice que Medio Ambiente, por unas consultas ambientales que ha hecho, no lo apoya. No sé qué ha preguntado ese Ministerio, pero sí tengo claro que la conexión entre Cuenca y Teruel está decidida en nuestro plan estratégico y que seguimos apostando por él.

¿Cuándo licitará la electrificación de la línea a Teruel?

Estamos esperando a que conteste Hacienda, para saber si computa o no como déficit.

¿Y si da luz verde?

Empezaremos automáticamente. Lo tenemos ya todo preparado.

Llame a otro de los altos cargos aragoneses, Carlos Ocaña, que como secretario de Estado de Hacienda algo podrá hacer.

Aseguro que entre secretarios de Estado se arreglan muchas cosas.

¿Y por qué en Aragón no se acaba de percibir ese impulso?

En un coloquio, cuando la ministra era Magdalena Álvarez, un político de otra Comunidad denunció que en este país Fomento centraba la inversión en Huesca y en Málaga. Luego cambió el ministro y dijeron que donde se invertía era en Galicia y Aragón. Estas cuestiones se valoran más fuera. A veces de forma positiva y otras como agravio comparativo.

¿Le Expo ayudó en la imagen de que se primaba Aragón?

Sí. Y fui yo el que decidió qué equipamientos de infraestructuras iban a acompañar la Expo. Se ha conseguido que Zaragoza sea una de las ciudades con mejores accesos y carreteras de este país.

¿Qué cree que va a pasar el 22 de mayo?

El 22 de mayo podemos seguir gobernando Aragón. Eva Almunia será presidenta. Hemos estado 12 años con el PAR, que ha sido la época de democracia en Aragón donde más tiempo se ha gobernado. Y eso hay que ponerlo en valor.

Cuando Iglesias dijo que se iba y dejó ver que Almunia era su sustituta, ¿usted tenía algún interés?

Yo nunca he querido ser candidato a la presidencia de Aragón. Y cuando lo anunció Iglesias, ya sabía perfectamente que otra persona surgiría. Desde el primer momento que me preguntaron, ya dije que ni estoy ni se me espera.

¿Se ha puesto fecha límite para seguir en Madrid?

Llevo siete años en esta empresa. Creo que soy el secretario de Estado que más tiempo ha estado en Fomento. Son siete años muy intensos, de jornadas muy largas.

¿Habla de jubilarse?

No, no. Estoy en edad de poder hacerlo, pero todavía estoy con cuerpo para continuar. A día de hoy, todavía tengo muchas ganas de trabajo y de afrontar problemas que me vayan surgiendo.