Unas 300 personas se han reunido en el municipio de Artieda, en la provincia de Zaragoza, para mostrar su rechazo "rotundo" a la declaración de impacto ambiental del recrecimiento del embalse de Yesa, un proyecto "muy negativo" para la zona desde el punto de vista de su desarrollo y de su seguridad.

Así lo ha indicado Luis Solana, presidente de la Asociación Río Aragón, convocante del acto, que se ha desarrollado sin incidentes en la carretera N-240 -a su paso por el citado municipio- y donde se ha llevado a cabo un corte viario durante quince minutos.

Este colectivo ha reiterado su oposición al proyecto y a la declaración de impacto ambiental, aprobada hace pocos días por el Ministerio de Medio Ambiente y del Medio Rural y Marino, ya que "castiga a una zona que ya está muy marcada" por la construcción del embalse de Yesa, que en su momento supuso el desalojo de 1.500 personas y la desaparición de tres pueblos.

Además, la declaración de impacto ambiental "no resuelve" los problemas de seguridad derivados de la "falta de estabilidad" de las laderas donde se proyecta construir la presa, y reconoce que existe una falla debajo del embalse, aunque dice "que garantizar la seguridad es un aspecto que compete a la construcción y al promotor", ha apuntado Solana.

"Este proyecto tiene alternativas que hemos puesto encima de la mesa, pero no se asumen porque priman otros intereses, por empecinamiento o por no rectificar", ha asegurado el presidente de la Asociación Río Aragón, quien ha anunciado nuevas movilizaciones contra esta infraestructura en el mes de septiembre.

Respecto a las acciones legales que podrían emprender, ha comentado que todavía no las han decidido, aunque por la experiencia que tienen, posiblemente se podrá presentar un recurso contencioso-administrativo.