FOMENTO

Un Ministerio sin obras públicas

El Gobierno ha rescindido y paralizado casi la totalidad de las obras en marcha en Aragón y no ha dejado siquiera margen de negociación a la DGA. Todas las empresas han sido advertidas de que no se les pagarán más facturas este año y que en 2011 solo habrá partidas testimoniales.

El desdoblamiento de los túneles de Monrepós, afectados.
Un Ministerio sin obras públicas
ENVUELO

Esto es un desastre y ahora nos toca administrar la miseria". Así de categóricos se manifestaron varios responsables del Ministerio de Fomento y del Gobierno de Aragón tras hacerse público el verdadero alcance del tijeretazo inversor en la comunidad autónoma, con el que se ha rescindido y paralizado la práctica totalidad de la obra pública. Ni siquiera destacados miembros del PSOE aragonés esconden su profundo malestar con la política aplicada por el secretario de Estado de Infraestructuras, el oscense Víctor Morlán, aunque oficialmente se cierra filas.

El Ministerio de Fomento pretendía administrar con cuentagotas la debacle que supone demorar hasta 2015 ejes fundamentales para el desarrollo de Aragón, en los que esta misma primavera se hacían fotos el ministro y su secretario de Estado. El objetivo era reducir el debate este verano a las rescisiones de contratos, que en el caso de Aragón afectaban a tres tramos de la autovía de Huesca a Navarra y a la mejora de la N-232 entre Ráfales y Castellón.

Las denominadas "reprogramaciones", eufemismo utilizado por el Ministerio para referirse a las paralizaciones y retrasos generalizados de las obras, se querían dejar para septiembre. Se dijo públicamente que se negociaría el listado con las comunidades autónomas, pero el margen de maniobra es nulo porque ya se ha comunicado a todas las contratistas la suerte que correrán sus tramos. Y lo que es peor, ya se les ha dicho que no se admiten más facturas este año y que el próximo no habrá más que partidas testimoniales, de relleno. "La paralización serán real, como se puede comprobar en la Ronda Norte, y se alargará como mínimo hasta 2012", señalaron varias constructoras consultadas.

Pese a este realidad, en el Ministerio se negaban a admitir la realidad y optaban por hablar de que las obras iban a seguir adelante "a otro ritmo". "Os empeñáis, pero no se paralizan", indicaron fuentes oficiales de Fomento.

La autovía entre Pamplona, Huesca y Lérida, el eje pirenaico, la Ronda Norte y la mejora de la N-232 entre Ráfales y Castellón son los proyectos que se han visto afectados de forma directa, lo que se traducirá en la destrucción de cerca de 2.000 empleos cuando los tajos se vayan cerrando. Pero el impacto será mayor, puesto que Fomento tampoco prevé licitar el próximo año la construcción del ferrocarril de velocidad alta Zaragoza-Pamplona ni el desdoblamiento de la autovía de Logroño, entre Mallén y Figueruelas. La DGA solo aspira a salvar la A-68, lo que da una idea del escaso margen de maniobra.