Dos agentes de Tráfico de la Guardia Civil, Rufino Redondo y Miguel Ángel Fuertes, lograron reanimar en Monreal del Campo el pasado 5 de mayo a un hombre de 75 años que había perdido el conocimiento a raíz de un atragantamiento con un bocado de carne en un restaurante. 

Según un comunicado remitido por la Benemérita, sobre las 21.30, una patrulla de guardias civiles motoristas pertenecientes al Destacamento de Monreal, patrullaban por la travesía de la localidad cuando fueron alertados por una mujer que les pedía ayuda en la puerta de un restaurante. Informó  a los guardias de que un hombre mayor se encontraba en el suelo inconsciente en el interior del establecimiento. "Acto seguido, los componentes del Cuerpo entraron en el local y observaron cómo esta persona no respiraba", añade la nota de prensa.

"Puede haber fracturas, pero la prioridad era salvar la vida del paciente"

Rufino Redondo ha explicado que, inicialmente, al ver que la persona atragantada respiraba levemente, intentó con su compañero maniobras para que expulsara el alimento que obstruía la respiración del anciano, pero no lo lograron. "Al comprobar que dejaba de respirar, lo pusimos tumbado e iniciamos la maniobra de reanimación y el masaje cardiaco", cuenta Redondo. Con su compañero, mantuvieron esta operación durante unos tres minutos hasta que llegó personal sanitario. 

El guardia civil ha reconocido que durante el masaje cardiaco existe el peligro de provocar fracturas de costillas y lo tuvo en cuenta, pero "la prioridad es salvar la vida del paciente porque de las fracturas se puede recuperar pero de la muerte, no". Cuando, por fin, se pudo extraer el bocado que provocaba el atragantamiento, los presentes vieron que se trataba de "un trozo grande de solomillo". Rufino Redondo se ha felicitado de la formación que los agentes de la Guardia Civil reciben en primeros auxilios, clave para poder salvar la vida del atragantado.

Los dos agentes solicitaron apoyo del servicio de emergencias -soporte vital avanzado- a la vez que iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar de la víctima mientras esperan la llegada del servicio médico.

Una vez hizo acto de presencia el equipo médico desplazado urgentemente desde el centro de salud de la misma localidad, el personal sanitario se hizo cargo de la situación continuando con los cuidados avanzados de la persona, siéndole extraído un gran trozo de carne con el cual se había producido el atragantamiento.

Una vez estabilizada la víctima por el equipo médico, fue trasladada en ambulancia al hospital Obispo Polanco de Teruel, donde permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos.

La primera y rápida actuación de los guardias civiles en la reanimación cardiopulmonar practicada a la víctima hasta la llegada de los servicios de emergencias fue considerada por el propio equipo médico (061), como de vital importancia, al haber conseguido mantener oxigenado el cerebro para que esta persona no sufra unas lesiones neurológicas irreversibles.