El hangar con capacidad para el mayor avión de pasajeros actual, el Airbus A380, que construye Tarmac Aragón en el aeropuerto de Teruel ya tiene lista de espera. La nave, que no estará operativa hasta el próximo mes de agosto, acumula seis A380 apalabrados para su puesta a punto antes de reanudar los vuelos. La potente demanda de estas grandes aeronaves en el mercado de las aerolíneas obliga a su revisión periódica para seguir prestando servicio.

El hangar, que ocupará una superficie de 8.034 metros cuadrados y tendrá 33,9 metros de altura, complementa las dos plazas para A380 del hangar contiguo, que fue promovido por el consorcio propietario del aeropuerto –formado por la DGA y el Ayuntamiento– con una inversión de 23 millones de euros del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite).

La gran diferencia respecto a los anteriores equipamientos del aeropuerto es que, en esta ocasión, es la empresa Tarmac, concesionaria del complejo aeronáutico para mantenimiento y desmantelamiento de aviones, la que financia la nave con una inversión de 15 millones de euros.

También a diferencia del superhangar del aeropuerto, la nave que construye Tarmac tiene carácter "provisional", es desmontable y reutilizable, además de ser mucho más rápida de levantar. La estructura, que ha sido diseñada para resistir el peso de las nevadas, es metálica y los recubrimientos son de metalotextil. Las obras empezaron a finales de 2023 y estarán terminadas el próximo verano.

Piezas importadas de Bélgica

Las piezas que integran la estructura son diseñadas y fabricadas expresamente para este proyecto por la empresa belga Spantech, que además se encarga de montarlas en Teruel. Un equipo 25 trabajadores de esta compañía se ocupa de levantar la gran nave con la colaboración de la empresa turolense Sergruco, que aporta sus grúas. La operación se lleva a cabo en los terrenos de la carpa de larga estancia, concesionada a Tarmac.

El director de Tarmac Aragón, Pedro Sáez, explica que existe una gran demanda de puesta a punto de aviones de "fuselaje ancho –con doble pasillo–, como los A380", y el aprovechamiento del hangar con capacidad para dos de estas aeronaves está copado hasta finales de 2025 con la carga de trabajo ya comprometida, que incluye un contrato de mantenimiento para aviones de Airbus.

Tras el frenazo de la actividad durante la pandemia, el interés por los A380, un modelo que algunos sectores habían desahuciado, ha sido creciente. "Eso ha sido una de las buenas noticias en la aviación comercial. Todo el mundo daba a este avión por acabado y no está siendo así. Hasta finalizar su vida útil, la mayoría de las unidades están volviendo al servicio», afirma Sáez.

La puesta a punto de un A380 comporta 2.000 horas de trabajo como media, aunque la cifra concreta depende del servicio contratado. Con este ritmo de ocupación, anualmente pasarán por el hangar que construye Tarmac 10 de estos gigantes del aire con capacidad para 850 pasajeros.

La explotación del hangar desmontable generará un incremento de la plantilla de entre 15 y 20 operarios, según estimó Pedro Sáez, que cifra la plantilla actual de Tarmac en Teruel en 220 trabajadores, la más numerosa entre los operadores del aeropuerto. Parte del personal se dedica al desmantelamiento de aeronaves tras agotar su vida útil para aprovechar sus piezas como recambios.

La intensa actividad del tráfico aéreo en todo el mundo ha disminuido drásticamente el número de aviones alojados en la campa de larga estancia del aeropuerto. Actualmente, Tarmac solo mantiene 50 aeronaves aparcadas frente a las 130 que llegó a haber como máximo en los tiempos del parón aéreo derivado de la pandemia. Entre los aparatos estacionados, hay 12 A380, también muy lejos del récord del aeropuerto, 23 unidades.