Un nuevo posible ataque de lobo a un rebaño de ovejas ha desatado las alarmas en Aragón, donde desde 2017 esta especie silvestre está causando problemas sobre el sector ganadero. El suceso ha ocurrido esta vez en la localidad turolense de Villarroya de los Pinares, un lugar en el que nunca antes había ocurrido un hecho de estas características.

El ganadero afectado, que es a la vez el alcalde del municipio, Iván Villarroya, ha denunciado ante la Guardia Civil que unos lobos atacaron su rebaño la noche del pasado jueves, matando a 25 ovejas, hiriendo a otras 20 y provocando que otras 52 se perdieran por el monte. Villarroya dijo este lunes sentirse "destrozado", no tanto por el coste económico que supondrá la pérdida de los animales, que no obstante es muy alto, sino "por el valor sentimental" que tienen para él sus ovejas.

Relata que ya el jueves por la tarde sus ovejas, que pastaban en en un prado, tuvieron un comportamiento extraño y se separaron en dos grupos, por lo que solo llevó al corral a una parte del rebaño. Al volver a la mañana siguiente al lugar donde había quedado el resto de las cabezas, se encontró con los animales heridos.

"Casi me da un infarto"

"Casi me da un infarto, muchas ovejas estaban mordidas y otras agonizando", recuerda. Explica que, desesperado, buscó por el entorno para encontrar al animal que había causado tanto daño, hallando entre el ramaje de un enebro a un lobo comiéndose a uno de sus corderos. "Intenté fotografiarlo con mi teléfono móvil, pero me caí y perdí el aparato; aún así pude ver con mis propios ojos que era un lobo y estoy seguro de que había más", subraya.

Heraldo

El ganadero calcula que las pérdidas sumarán de 15.000 a 20.000 euros. "Voy a tardar 20 años en recuperarme", lamentó, y vaticinó que "cada vez vamos a quedar menos pastores, porque nadie nos ayuda". Soy el alcalde de Villarroya de los Pinares y no quiero que a mis vecinos les pase todo esto", agregó.

Desde el Gobierno aragonés indicaron que están pendientes de recibir los resultados definitivos de las pruebas y la necropsia realizadas a las ovejas, por lo que aún no se puede afirmar al 100% que el ataque fuera de un lobo.

La situación llevó este lunes al consejero de Turismo y Medio Ambiente del Gobierno aragonés, Manuel Blasco, a salir en defensa de los ganaderos. En una visita a Teruel, explicó que ha enviado una carta al Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico solicitando que se excluya al lobo del listado de especies protegidas. "Si vamos a introducir el lince, el lobo o el oso en el Pirineo y quien paga las consecuencias son quienes viven en el medio rural, habremos hecho un pan como unas tortas. Si hay una especie a proteger, son los ganaderos", dijo.