La primavera vuelve a llenar de corzos ahogados los canales del Bajo Aragón
Cazadores y agricultores vuelven a localizar especies animales accidentadas en los canales de riego del entorno de Alcañiz; se vuelven a pedir medidas de protección y seguridad.
Cada primavera, desde hace años, se contabiliza una media de entre 50 y 60 animales que aparecen muertos en los canales e infraestructuras de riego del Bajo Aragón, sobre todo en el entorno de La Estanca, en Alcañiz. Allí van a parar corzos, cabezas de ganado y otras especies silvestres que tratan de beber de los canales, caen, les arrastra el agua y les resulta imposible salir de la infraestructura. Esta primavera ya ha comenzado, y cazadores y agricultores ya vienen atestiguando la aparición de estos animales ahogados.
En total, al menos una docena de ejemplares de diversas especies han aparecido ya en las zonas de separación del canal y el embalse de La Estanca en los últimos días, consecuencia de lo que vienen atestiguando como la insuficiencia o el escaso impacto positivo de las medidas de protección y evacuación que la Confederación Hidrográfica del Ebro puso en marcha hace un par de años para tratar de minimizar estos accidentes. Ya la Sociedad de Cazadores de Alcañiz ha venido advirtiendo que las “sábanas” colocadas para ayudar a la salida del canal de los animales accidentados no tendrían ningún efecto.
Los cadáveres aparecidos en las últimas fechas parecen dar la razón a esta predicción. De hecho, las soluciones que proponen se basan en el vallado de las infraestructuras de riego para evitar las caídas, el establecimiento de puntos de salida y entrada para facilitar el abrevado de los animales, y la puesta en marcha de rejillas tipo peine junto a estos puntos de evacuación para facilitar la salida de los ejemplares que caigan al canal. Son, a juicio de la CHE, soluciones que interferirían con la función del canal, que ha de preservarse.
La Confederación recuerda todas las instalaciones, medidas y arreglos con los que viene tratando de prevenir esta situación pero, recuerda, la presencia de animales muertos en los canales es una circunstancia frecuente, y extendida en las infraestructuras de riego de la cuenca del Ebro y de otras cuencas ya que se acercan a beber y caen, más en cuanto más se acerca el calor, periodo además de cría e independencia de ejemplares jóvenes, aún vulnerables. La CHE asegura que se van a seguir adoptando medidas para que los animales accidentados puedan salir por sí mismos en la medida de lo posible.
