Grupos ecologistas expresan su rechazo al proyecto de un macro matadero en Calamocha

Representantes de la oenegé alemana Agrar Aktion junto con miembros de Ecologistas en Acción-Aragón y la Sociedad Aragonesa de Protección de Animales y Plantas expresaron este martes en Calamocha su rechazo al macro matadero de cerdos que la empresa cárnica alemana Tönnies proyecta en esta localidad del Jiloca.

Todos ellos mantuvieron una reunión con el alcalde de Calamocha, Manuel Rando, en la que expresaron sus temores sobre los efectos ambientales y sociales de la industria, en la que al año serán sacrificados 2,4 millones de cerdos. Según indicaron dos de los portavoces de la comitiva, Luis Antonio Sin y David Hammerstein, se advirtió al regidor de que la instalación del macro matadero exigirá la creación de grandes granjas porcinas en muchos pueblos de la provincia, lo que "multiplicará los impactos negativos por todo el territorio".

“El proyecto del macro-matadero supone una gran irresponsabilidad en el actual contexto de la lucha contra el cambio climático, debido a que la ganadería industrial es una de las grandes fuentes de emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero a la atmósfera y de la creciente deforestación para el cultivo de granos que sirvan de pienso para el ganado”, explicaron los ecologistas en un comunicado.

“Además -continuaron-, representa una gran amenaza para los recursos hídricos de la zona en medio de una sequía en una región como Aragón que ya sufre una gran contaminación por nitratos. También representa un daño a las exigencias mínimas en bienestar animal para millones de animales sintientes que se verán sujetos a crueles y anti-naturales condiciones de hacinamiento y engorde en granjas industriales intensivas”.

Cuestionaron igualmente que la industria sea rentable para el territorio, argumentando que, si la empresa elimina a todos sus competidores, esta podría bajar repentinamente el precio de compra de cerdos a las granjas vecinas así como los salarios de la plantilla de trabajadores. El grupo de ecologistas se trasladó después a los terrenos donde está previsto que se ubique el matadero para desplegar carteles en contra del mismo.