sanidad
La avería del mamógrafo del Obispo Polanco obliga a derivar pacientes a una clínica desde el pasado octubre
El PP considera "vergonzoso" que la reposición del equipo inservible se demore hasta finales de enero.
El hospital Obispo Polanco de Teruel deriva las pruebas de mamografía a una clínica privada de la ciudad desde el pasado mes de octubre debido a los problemas de funcionamiento del único mamógrafo del centro sanitario, que dejó de funcionar por completo en vísperas de la pasada Navidad y cuya sustitución tramita actualmente el Salud.
Desde el pasado septiembre el mamógrafo solo se utilizaba como apoyo en la realización de intervenciones quirúrgicas de extirpación de tumores, según indicó una fuente sanitaria y confirmaron desde el Gobierno aragonés. El Salud prevé instalar antes de acabar enero un mamógrafo provisional, que operará hasta que el 1 de mayo entre en servicio el equipo definitivo, ahora en licitación.
Desde el PP critican duramente la “inacción” del Gobierno aragonés para resolver la avería del mamógrafo del Obispo Polanco. La diputada popular en las Cortes por Teruel Ana Marín consideró “vergonzoso” que se tarde cuatro meses en montar un equipo provisional y nueve para que llegue el definitivo. La parlamentaria concluye en un comunicado que esta tardanza “es la evidencia más palpable de que Javier Lambán, Sira Repollés y Perla Borao están incapacitados para gestionar la sanidad de nuestra comunidad”.
Marín considera los plazos aplicados en la sustitución del aparato inutilizado un “insulto” a la ciudadanía turolense y un “agravio” para la provincia. Adelanta que el PP va a poner en marcha “cuantas iniciativas parlamentarias” sean necesarias para “esclarecer todos los hechos y exigir responsabilidades a los culpables de este sinsentido”. “No hay explicación alguna que justifique esta situación que se está viviendo en Teruel”, ha añadido, insistiendo en que “el mamógrafo es necesario, puede salvar la vida de muchas mujeres, no se debe esperar ni un solo mes en que esté operativo el nuevo aparato”.
Desde el Gobierno aragonés indicaron que, en el proceso de sustitución del mamógrafo averiado por otro nuevo, es “normal” que se produzcan derivaciones de usuarias a la sanidad privada para mantener el servicio en la ciudad. Tras la realización de la mamografía en la clínica privada, los resultados son evaluados por los médicos del Obispo Polanco, que, si lo consideran necesario, pueden encargar una ecografía complementaria en el propio hospital público. El proceso resulta más largo que si las dos pruebas se llevasen a cabo en el Obispo Polanco.
