¿Cómo pasó de trabajador de una sala de cine en Teruel a director de cortometrajes?De tanto ver cortometrajes en el Festival de Cine de Teruel, cuando trabajaba en el cine Maravillas, me lancé a rodar yo mismo de forma autodidacta. Luego vino la formación y trabajar como cámara de televisión.

¿Le inspiró su paisano Luis Buñuel?Buñuel siempre ha estado en mi cabeza. He incluido guiños a su cine en todos mis cortos.

¿Por eso decidió dedicarle un festival, el Desafío Buñuel?No podía llevar otro nombre. Desarrollar un proyecto sobre cine en la tierra de Buñuel y no dedicárselo sería de tontos.

¿Sintió vértigo ante el desafío de poner en marcha un festival de cine en una tierra de grandes cineastas, como Buñuel o Chomón?Llevaba mucho tiempo teniendo en mente organizar un festival de rodajes rápidos y me enteré de que en una ciudad de México se celebraba algo parecido a lo que yo pretendía. Me informé sobre aquel certamen y, con la Fundación Amantes, decidí poner en marcha mi propio proyecto. En cierto modo, la inspiración me vino de México.

¿Y ahora la idea hace el camino inverso con la celebración de un Desafío Buñuel en México?La clave es que el primer año del festival Desafío Buñuel invitamos a un equipo mexicano por la estrecha relación de México con Luis Buñuel, un director que se considera tan mexicano como español. Vino de la ciudad de Tepic y le gustó mucho nuestro proyecto. También vino una representación de la Universidad de Nayarit, les encantó el festival y dijeron que también querían hacerlo allí.

¿Buñuel dejó mucha huella en México?Es más querido en México que aquí, mucho más. Además, es un vínculo cultural entre México y Teruel.

¿Al que a partir de 2023 habrá que sumar el Desafío Buñuel?La primera edición, en Tepic, será en mayo de 2023. Me la perderé porque estaré cubriendo como cámara de televisión las elecciones locales en Teruel. Cada año, el ganador del festival mexicano competirá en la siguiente edición del turolense y a la inversa.

Como padre de la criatura, ¿les ha puesto condiciones a sus discípulos mexicanos?Que el festival sea igual de desenfadado que en Teruel y sin elitismos. La gracia del Desafío Buñuel es que es divertido y el actor más consagrado habla con el último mono del equipo más modesto. No hay distinciones en el trato. 

¿Qué le respondieron?Ellos dicen que lo van a ‘tropicalizar’. Pero no sé muy bien qué quiere decir eso.

¿Cómo participarán los equipos ganadores de Tepic y Teruel en el festival al otro lado del Atlántico?Se tendrán que integrar en equipos locales. Eso vendrá muy bien, porque no se rueda igual en los dos lados y así nos enriquecemos unos a otros.

¿En qué se diferencia la forma de rodar?Los mexicanos tienen mucha influencia del cine americano.

¿Cómo fue su experiencia mexicana al ‘trasplantar’ el festival?Hubo mucho trabajo con los organizadores: la Universidad de Nueva Galicia, privada, y la Universidad Autónoma de Nayarit, pública. También hubo reuniones con hosteleros, con el gobierno regional y con los empresarios. Nos trataron fenomenalmente.

¿La realidad encaja con los tópicos de mariachis y violencia?¡Noooo! Para nada. Es un pueblo que sabe vivir, aunque no tenga un duro. Disfrutan de la vida más que en España, pero hay mucha diferencia de clases y los sueldos son bajos.

¿Pueden aparecer más clones del Desafío Buñuel?De momento, vamos a ver cómo funciona en México. Desafío Buñuel será el único festival español con un correspondiente en otro continente.