borrasca

Las nevadas se traducen en crecidas de los principales ríos de Teruel

El pantano de Calanda desembalsa 90 metros cúbicos por segundo, el mismo caudal de entrada por el Guadalope y también hay avenidas en el Matarraña y el Tastavins.

El Matarraña, con el caudal disparado a su paso por Beceite.
El Matarraña, con el caudal disparado a su paso por Beceite.
Javier de Luna

El paso la última borrasca ha disparado el caudal de los principales ríos de la provincia de Teruel. Entre el martes y el miércoles se han alcanzado registros de precipitación que superaron los 100 litros por metro cuadrado en varios puntos del Matarraña y de la cuenca del Bergantes, dos ríos que este jueves experimentan notables crecidas, aunque sin causar daños. El registro de precipitación acumulada más elevado se produjo en Beceite con 112 litros por metro cuadrado caídos en poco más de 36 horas. En Alcañiz han caído 50 y en Calanda, 47. Las riadas más importantes se registran en el Matarraña llegando a superar los 110 metros cúbicos por segundo en el aforo de Nonaspe. Todos sus afluentes registraron considerables aumentos de caudal. Fue el caso del río Pena que llegó a los 16 metros cúbicos por segundo. El embalse de Pena está al 86% de su capacidad.

De igual modo la crecida se dejó sentir en la cuenca del Guadalope, especialmente por su afluente el Bergantes, que superó los 82 metros cúbicos por segundo, lo que obligó a la Confederación Hidrográfica del Ebro a abrir las compuertas del embalse de Calanda con un caudal de 90 metros cúbicos por segundo y que se ha dejado notar en los municipios de Calanda, Castelserás y Alcañiz, que ha sufrido pequeñas inundaciones en las riberas. Por su parte, el río Martín alcanza los 18 metros cúbicos por segundo. En esta última cuenca su principal embalse, Cueva Foradada, está al máximo de su capacidad.

La crecida del Mijares dificulta el acceso al barrio de Los Ramones, sin llegar a cortarlo.
La crecida del Mijares dificulta el acceso al barrio de Los Ramones, sin llegar a cortarlo.
Heraldo.es

También el Mijares y el Turia han experimentado notables crecidas. El aumento de caudal del Mijares ha dificultado el acceso al barrio de Los Ramones de Olba al superar el vado que permite llegar al pueblo, aunque sin cortarlo.

Las nevadas registradas el pasado miércoles en las zonas altas de la provincia han seguido creando problemas este jueves por la mañana. Las principales incidencias para el tráfico se han dado en la A-226 de Villarroya de los Pinares Cantavieja, la A-2705 de la Virgen de la Vega a Linares de Mora y en la A-1701 en Nogueruelas; en las tres ha sido obligatorio el uso de cadenas por la nieve y están cerradas para camiones, autobuses y vehículos articulados. La circulación ha sido complicada por la misma causa en la A-1702 en Villarluengo, la TE-V-9033 en Villar del Cobo, la A-1512 entre Albarracín y Royuela y en la A-1511 de Torremocha a Pozondón. 

Como consecuencia de las intensas precipitaciones registradas en Valdelinares, que dejaron un espesor de nieve que ronda los 20 centímetros, una quitanieves de la Diputación Provincial (DPT) tuvieron que rescatar la tarde del miércoles a los dos ocupantes de un vehículo que se salió de una carretera como consecuencia del suelo deslizante. La situación circulatoria se ha normalizó por completo durante la tarde de este jueves.

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