El Ministerio de Transportes abre una investigación por la avioneta que se estrelló en Mosqueruela

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac) del Ministerio de Transportes ha iniciado este sábado la investigación sobre el terreno del accidente de una avioneta ocurrido en Mosqueruela el pasado viernes que costó la vida de sus dos ocupantes. Los técnicos de este organismo estatal se han desplazaron al lugar del siniestro desde primera hora de la mañana para recoger muestras e inspeccionar los restos para conocer por qué la aeronave se estrelló contra la ladera de una montaña, cerca de la localidad.

La investigación que lleva a cabo la Ciaiac se suma a la que también abrió el mismo día del siniestro la Guardia Civil y la que pueda llevar a cabo el Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel, que se ha hecho cargo del caso.

La alcaldesa, Alba Lucea, ha explicado que los técnicos de la Ciaiac han investigado, entre otras cuestiones, la trayectoria que siguió la avioneta siniestrada, que procedía de Benassal (Castellón) y, según algunos testigos, volaba en dirección a Valdelinares cuando se estrelló. Los investigadores han pedido apoyo al Ayuntamiento para revisar planos en los que situar el desplazamiento de la aeronave por el municipio.

Lucea ha señalado que, aunque las causas del siniestro todavía se desconocen, las intensas rachas de viento que registró la localidad –particularmente propensa a los vendavales– el pasado viernes pudieron influir en el accidente. 

Las víctimas fallecieron por el impacto

Durante la mañana de este sábado se ha procedido a realizar la autopsia de los dos cadáveres, que quedaron carbonizados como consecuencia del incendio que siguió a la colisión de la aeronave. La operación ha tenido lugar en el hospital San José de Teruel y ha concluido que la muerte de los dos hombres que viajaban en la avioneta estrellada se produjo como consecuencia del impacto contra la ladera, no como resultado del incendio posterior de la aeronave.

Los cuerpos sin vida de los fallecidos, dos vecinos de Barcelona de 61 y 62 años, serán sometidos a pruebas de ADN para asegurar su identificación. Mientras concluyen los análisis genéticos que certificarán a quién corresponde cada uno de los cadáveres, estos permanecerán en Teruel y no podrán ser entregados a las familias para los funerales.

La avioneta que se estrelló contra la ladera de una montaña de Mosqueruela participaba con otras tres en una travesía turística con salida en Igualada (Barcelona) y recorrido por Vinaroz (Castellón) y Requena (Valencia) para terminar en Vera (Almería).

Dos de las aeronaves fueron vistas por los vecinos de Mosqueruela sobrevolando la localidad a baja altura y muy juntas. Minutos después se escuchó un estruendo provocado por el accidente y los testigos vieron aparecer el humo derivado del incendio consiguiente. Aunque varios vecinos y un agente de protección de la naturaleza llegaron poco tiempo después al lugar, no pudieron hacer nada por salvar a los dos ocupantes del aparato, que estaba envuelto en llamas y que había provocado un conato de incendio forestal que fue sofocado con facilidad.

El subdelegado del Gobierno, José Ramón Morro, explicó que los pasajeros de la avioneta accidentada no emitieron mensajes de alarma previos al accidente y los viajeros de las restantes tres aeronaves de la expedición no detectaron la ausencia de una de las unidades hasta que llegaron a su siguiente parada, en la localidad valenciana de Requena.

La presencia de los restos de aparato en un paraje cercano al pueblo –incluido el paracaídas de frenado, que quedó a medio desplegar– ha despertado la curiosidad de numerosos vecinos, que se han desplazado para ver el lugar de la colisión.