segundas residencias

La construcción remonta en Gúdar-Javalambre gracias a la demanda valenciana derivada de la covid

Alcalá de la Selva lidera la mejoría tras el parón de 2020 y en 2021 dio licencias para edificar 40 viviendas en varias promociones.

La alcaldesa de Alcalá de la Selva, Amparo Atienza, ante una promoción de viviendas en construcción.
La alcaldesa de Alcalá de la Selva, Amparo Atienza, ante una promoción de viviendas en construcción.
Jorge Escudero

El tirón de la demanda valenciana en busca de segundas residencias en entornos rurales y descongestionados relanzó la actividad inmobiliaria en la comarca de Gúdar-Javalambre en 2021 tras el parón derivado de la pandemia en 2020, con Alcalá de la Selva, Mora de Rubielos y Rubielos de Mora como principales ejemplos. La cercanía de las pistas de esquí de Valdelinares juega también a favor.

Gúdar-Javalambre se afianzó el año pasado como la comarca más dinámica de la provincia en el sector inmobiliario. Los compradores más habituales fueron familias con poder adquisitivo medio o alto, jubilados y trabajadores que contemplaban la posibilidad del teletrabajo cerca de Valencia.

Alcalá de la Selva, el municipio más representativo de la provincia en cuanto a segundas residencias, concedió en 2021 licencias para construir 40 viviendas repartidas en varias promociones, un cifra que, como señala la alcaldesa, Amparo Atienza, contrasta con un 2020 con la edificación "parada".

La alcaldesa explica que la revitalización del sector inmobiliario y la llegada de nuevos vecinos procedentes de la Comunidad Valenciana incrementaron el censo de población de los 331 habitantes de 2020 hasta 352, con una ganancia de 21 vecinos. Los nuevos residentes busca la proximidad del campo, «pero con comodidades».

El repunte edificatorio de 2021 reforzó el liderazgo provincial de Alcalá de la Selva en segundas residencias, con un parque de 1.200 viviendas destinado a este fin.

Elisa Flores, de la inmobiliaria Defincas de Mora de Rubielos, señala que el año pasado se dispararon las visitas y los contactos para comprar vivienda con un incremento de las ventas del 25%, respecto a 2019, el año previo a la covid-19, y compensó un 2020 prácticamente perdido para el sector.

Los clientes fueron, en su práctica totalidad, compradores valencianos en busca de "lugares más abiertos, con menos congestión y con ganas de salir de la ciudad, porque la gente no quería aglomeraciones". La vivienda más vendida osciló entre 47.000 y 50.000 euros de precio –pisos con dos habitaciones y garaje–, pero también está animado el mercado del alquiler y de segunda mano.

El alcalde de Mora de Rubielos, Hugo Arquímedes Ríos, explica que en la localidad el tirón de la demanda se tradujo en la salida al mercado de parte del centenar largo de viviendas terminadas que se quedaron sin vender con estallido de la crisis en 2008. Indica que el "movimiento" de compraventa que despegó en 2021 se mantiene en 2022, pero centrado en el stock acumulado con el bum inmobiliario.

La responsable de RM Inmobiliaria, Montse Rodríguez, confirma que durante 2021 –y la tendencia sigue en 2022– se produjo "un continuo goteo de operaciones" de compraventa. RM, con oficina en Mora de Rubielos y en la capital provincial, matiza que Gúdar-Javalambre fue la comarca de Teruel con más actividad inmobiliaria el año pasado, seguida del Jiloca, con la diferencia de que en esta apenas hay oferta.

Aclara que la clientela de Gúdar-Javalambre –centrada en el caso de RM en segundas residencias– prefiere los núcleos más grandes y dotados con mejores servicios. La cercanía de Valencia, a una hora de viaje de los principales núcleos de la comarca, es decisiva para captar la demanda levantina de viviendas para vacaciones o fines de semana. Los compradores buscan, también como consecuencia de la experiencia vivida durante el confinamiento por la covid, casas con espacios abiertos como terrazas, patios o balcones.

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