El juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Teruel ha dictado un auto en el que prohíbe a un hombre acercarse a su mujer a una distancia de menos de 200 metros y comunicarse con ella por cualquier medio al considerar "indiciariamente acreditado" que la agredió físicamente, agarrándola del pelo y empujándola.

El magistrado, además, otorga la guarda y custodia de los tres hijos –menores de edad–, así como el disfrute de la vivienda familiar, a la madre. Todo ello, mientras duren las actuaciones judiciales. 

El auto del juez recoge que el hombre profirió expresiones intimidatorias contra la mujer, como que la iba a matar. El magistrado considera que los hechos ocurridos "exceden de ser una mera discusión de pareja o matrimonial, incluyendo el empleo de cierta dosis de violencia física y psíquica, que coloca a la perjudicada en una situación de desamparo y desprotección jurídica".

Añade el juez en su escrito que "obviamente resulta indiciariamente acreditado que la actuación agresiva del condenado respecto de su esposa obedece a su condición de mujer y son consecuencia de las resultas de una relación de pareja deteriorada".