Teruel

Una veintena de niños de Olba, sin clase durante hora y media por los efectos de la tormenta

La tromba de agua de este jueves inundó el aula de Infantil y los padres y profesores han tenido que limpiar y recolocar el mobiliario

Los padres limpiaron el agua que había inundado el aula de Infantil.
Los padres limpiaron el agua que había inundado el aula de Infantil en Olba.
Heraldo

Los niños de Infantil del colegio de Olba, una veintena, han entrado a clase este viernes con una hora y media de retraso debido a los daños que la tromba de agua caída en la localidad turolense la tarde del jueves ocasionó en el aula.

La lluvia, que cayó de manera torrencial, se filtró por tres zonas distintas hasta llegar a la clase, anegando el suelo y obligando a los padres de los alumnos que se encontraban allí celebrando la reunión de inicio de curso a levantar los pupitres y las sillas para poder recoger el agua con cubos y paños.

Cuando a primera hora de este viernes los escolares, acompañados de sus padres, han ido al colegio, se han encontrado con que el mobiliario estaba siendo recolocado por dos de los profesores, una tarea que se ha prolongado durante una hora y media.

Así lo ha relatado la madre de uno de los escolares, Amparo Vidal, quien ha criticado que el Ayuntamiento no haya destinado personal al acondicionamiento del aula y hayan tenido que ser los maestros quienes distribuyan de nuevo los pupitres.

Según ha explicado esta madre, en Olba ‘llueve sobre mojado’, pues cada vez que hay una tormenta el aula de infantil, ubicada en una planta sótano, se llena de agua. Los padres se quejan, además, de que la humedad se ha hecho permanente en la clase, algo que podría ser nocivo para los niños. No pueden abrir las ventanas para ventilar y secar el ambiente, relatan los progenitores, porque el ruido de las obras que se están realizando en el exterior a cargo del Ayuntamiento, precisamente para acabar con las filtraciones de agua, impide que los niños escuchen al profesor.

Madres y padres defienden que estos trabajos deberían haber estado terminados al empezar el curso y explican que el movimiento de tierras generado en el entorno del colegio obliga a los niños a entrar a clase en brazos de sus progenitores ante el peligro de una caída.

Según explican, la Comunidad Educativa consiguió el año pasado 25.000 euros para arreglar las humedades, pero el Ayuntamiento, por unanimidad, decidió destinarlo a acondicionar un aula en el barrio de Los Ramones. "Y estas son las consecuencias", se queja Amparo Vidal.

El alcalde de Olba, Federico Martín, señala que el calendario de las obras apuntaba a que estarían finalizadas antes de que empezara el curso, “pero han resultado más complicadas de lo previsto, se necesitan nuevas actuaciones y por ello están aún en marcha”. Entre otras cosas, se está intentando canalizar la acequia que discurre cerca del colegio y que aporta humedad al aula de Infantil.

Desde el departamento de Educación del Gobierno de Aragón indican que el Servicio Provincial en Teruel ya mantuvo conversaciones con el Consistorio de Olba durante el verano para que hiciera la reparación de la acequia y pusiera un material antihumedad para evitar filtraciones antes del inicio de curso, habida cuenta de que el mantenimiento de los centros educativos de Infantil y Primaria corresponde a los Ayuntamientos.

Por otra parte, anuncian que el Departamento de Educación sacará a licitación en las próximas semanas el proyecto para construir un nuevo centro en la localidad, tal y como se había comprometido con el Ayuntamiento y las familias, justo en el terreno anexo al colegio actual.

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