Un equipo de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha presentado este domingo en el barrio Los Giles de Olba ante la Comunidad de Regantes una solución para resolver la actual situación de la acequia del Diablo, sin suministro de agua tras quedar fuera de servicio la presa de Los Toranes -sobre la que pesa una orden de demolición- y su canal que derivaba aguas a una central hidroeléctrica y también a la acequia. La solución ha sido elaborada por un equipo de ingenieros de la UPV y promovida por la Asociación Gugaia. Esta propuesta cuenta con el apoyo de APUDEPA (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés) y CEDDAR (Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales), así como de María Pilar Biel, profesora titular de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza. Ya se ha iniciado el proceso de obtención de fondos económicos para conseguir financiar la ejecución de las actuaciones previstas, presupuestadas en 273.550 euros.

La presentación ha sido realizada por los propios autores de la propuesta: Javier Rodrigo-Ilarri (profesor e investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la UPV), Pilar Bernad Esteban (especialista en patrimonio y paisaje cultural) y Elena Benito Ruiz (presidenta de la Asociación Gugaia).

La presentación ha estado abierto a todos los vecinos. Desde el pasado 2 de diciembre de 2020, tras la orden de cierre del canal que alimentaba la central hidroeléctrica de San Agustín como consecuencia de la resolución del MITECO relacionada con el expediente de la presa de Los Toranes, la Comunidad de Regantes no dispone de agua para garantizar el regadío en los barrios altos del valle de Olba.

La acequia del Diablo quedó fuera de funcionamiento tras diversos desprendimientos ocurridos en 1993 en el talud del barranco de Linares sobre el que se situaba la traza de la misma. Fue entonces cuando se ejecutó una solución temporal para que siguiera aportando agua en el tramo que recorre los barrios altos de Olba. Esta solución consistió en instalar una tubería de conexión desde el aliviadero de la central hidroeléctrica de San Agustín hasta el tramo de acequia que no había sido destruido por los desprendimientos. En la actualidad, la acequia ya no lleva agua dado que el MITECO ha ordenado el cierre de las infraestructuras asociadas al embalse de Los Toranes.

Tras una introducción sobre la evolución del estado de la acequia del Diablo a lo largo del tiempo y de su alto valor patrimonial, en la exposición se ha mostrado el análisis de todas las alternativas técnicamente viables para resolver el problema que demuestra que la rehabilitación integral de la acequia entre el azud de Fonseca -en el río Mijares- y el barranco de Linares es la solución óptima.

Este análisis de alternativas incluye un baremo que pondera todos los criterios relevantes: costes de ejecución, mantenimiento y funcionamiento, independencia con otros expedientes (como, por ejemplo, con el relacionado con la presa de Toranes), constancia de caudal suministrado (para garantizar los requisitos deseados por la Comunidad de Regantes), facilidad de tramitación administrativa, minimización de la huella de carbono y conservación del patrimonio hidráulico.

De esta forma, según el profesor Javier Rodrigo, autor de la propuesta técnica, “la solución planteada es la mejor de un total de once alternativas que garantizarían las demandas de abastecimiento hídrico deseadas por la Comunidad de Regantes de Olba”. Las once propuestas se han clasificado en tres grupos en función del lugar del cual se tomen los caudales: en las proximidades del embalse de Los Toranes, en el azud de Fonseca y en la central hidroeléctrica de San Agustín.

A partir de las distintas visitas de campo realizadas por el equipo técnico de la UPV y del levantamiento mediante GPS se ha elaborado la cartografía base detallada mediante Sistemas de Información Geográfica. Todo ello ha servido de base para la elaboración de la propuesta técnica y su valoración económica.

En la presentación se han mostrado las diversas actuaciones a realizar diferenciándolas en función de la zona del proyecto a la que se refieren y su complejidad. El proyecto contempla tres zonas con actuaciones independientes: toma en el azud de Fonseca, trazado de la acequia del Diablo y actuaciones en el barranco de Linares.

En el azud de Fonseca se prevé la retirada de los bolos existentes en el cauce del Mijares y la restitución de la toma de la acequia del Diablo que está actualmente inoperativa. El proyecto contempla también la rehabilitación de la totalidad de la traza de la acequia del Diablo desde el azud hasta el barranco de Linares. Ello supone actuar sobre algo más de tres kilómetros de longitud. Se ha verificado que dos terceras partes de este trazado se encuentran en buen estado y pueden ser rehabilitados por medios manuales, incluso por personal no experto. La tercera fase de la actuación prevista contempla la restitución de la acequia del Diablo en el barranco de Linares mediante la instalación de una conducción anclada en el talud de roca siguiendo el mismo trazado que la acequia original.

Las actuaciones proyectadas tienen un presupuesto de ejecución material de 273.550 euros. En la presentación realizada se ha informado que se ha iniciado el proceso de obtención de fondos económicos para financiar la totalidad de dichos costes, de forma que la Comunidad de Regantes no tenga que asumirlos.

Recuperación del riego y del patrimonio

Por su parte, Pilar Bernad ha resaltado que en el proyecto “proponemos la restauración integral de la acequia del Diablo entre el azud de Fonseca y el barranco de Linares hasta superar el antiguo aliviadero de la central hidroeléctrica” y ha incidido en “el valor del patrimonio cultural cuyo estudio está orientado hacia la recuperación, mantenimiento y rehabilitación de la histórica acequia del Diablo, un sistema tradicional de regadío de Teruel, vital para su territorio, y que forma parte del inventario de patrimonio cultural aragonés.”

Además, concluye que “aunando conocimiento local, científico y tecnológico, el proyecto tiene como objetivo desarrollar un modelo de recuperación de regadío y patrimonio que sea participativo, dinámico y replicable. A su vez, que sirva como ejemplo para cualquier territorio rural con despoblación y que promocione esta técnica milenaria de regadío como cultura circular sostenible.”

Adhesión de la Comunidad de Regantes y los ayuntamientos 

Los autores de la solución escogida han dejado patentes los beneficios de su implementación desde distintos puntos de vista: protección activa del patrimonio, independencia hídrica, fijación de la población, protección del ecosistema y prevención de incendios e impulso de la economía y empleo en la zona.

Al finalizar la presentación los autores de la propuesta han señalado que ya han recibido las adhesiones de diversos organismos y especialistas (APUDEPA y CEDDAR) e insistien en la conveniencia de contar con el apoyo de la Comunidad de Regantes de Olba y de los ayuntamientos de Rubielos de Mora, San Agustín y Olba para impulsar y acelerar la puesta en funcionamiento de la acequia. “Una vez conseguidos los apoyos científicos, es el momento de incorporar a la propuesta estas adhesiones y esperamos contar con el apoyo de todos”, afirmó el profesor Rodrigo al concluir su exposición.

Elena Benito concluye que “la solución que ahora presentamos permite recuperar el funcionamiento original de la acequia del Diablo, como ha estado durante más de 700 años. Es justo ahora, por la sensibilidad social, política y cultural surgida desde el año pasado ante los acontecimientos, el momento de plantear y conseguir la recuperación de esta maravillosa acequia.”