historia
Griegos, el Belchite olvidado
Una exposición muestra la destrucción sufrida por la localidad turolense durante la Guerra Civil y la reconstrucción por Regiones Devastadas.
Una exposición fotográfico rememora la devastación sufrida por Griegos durante la Guerra Civil y la reconstrucción del pueblo por Regiones Devastadas al acabar la contienda. La muestra, integrada por 17 fotografías y diversos planos procedentes del Archivo Histórico Provincial, se ha inaugurado este viernes en el Patio de las Escuelas y podrá visitarse hasta el 31 de agosto. La coordinación y la recopilación de los contenidos han corrido a cargo del historiador Serafín Aldecoa, que ha sido también el encargado de la presentación. A su juicio, el caso de Griegos es equiparable a los de Teruel y Belchite por el nivel de destrucción registrado, pero ha caído en el olvido. Solo entre un 10% y un 15% de las casas salieron ilesas de los bombardeos, tanto de la aviación como artilleros.
La apertura de la exposición, titulada ‘La reconstrucción de Griegos tras la Guerra Civil’, inauguró las Jornadas sobre Memoria Democrática organizadas por el Ayuntamiento, la Asociación Pozos de Caudé y el Instituto de Estudios Turolenses. Aldecoa señala que los ingentes daños que sufrió Griegos estuvieron motivados por su situación en la línea del frente durante un largo periodo, pero estima que al tratarse de una localidad más pequeña y aislada su caso ha quedado eclipsado por los más mediáticos de Teruel y Belchite. La cercanía de la Muela de San Juan, bajo control republicano, expuso a la población a los bombardeos del bando gubernamental, pero también soportó los ataques de la aviación franquista.
Las fotos incluidas en la exposición muestran una población cubierta de ruinas con las casas desplomadas o de las que solo se conservan restos de las fachadas. Regiones Devastadas desplazó a la localidad medio centenar de hombres del Batallón de Trabajadores 21 -aunque la previsión inicial era de trasladar a 200-, formado por soldados republicanos. Aldecoa explica que al alojamiento que tuvieron fue “precario”. Mientras que el plan de reconstrucción preveía la construcción de un pabellón para alojar a los trabajadores forzados, la realidad es que tuvieron que conformarse con “parideras”.
La falta de financiación y de medios materiales dejó la reconstrucción muy por debajo de la expectativas. Estaban previstos un nuevo ayuntamiento, un frontón, una farmacia una casa para el secretario municipal y un albergue que nunca llegaron a construirse. También estaban proyectadas 60 casas para sustituir a las destruidas durante la guerra y que servirían para albergar a la población autóctona, pero solo se levantaron 11. También se reconstruyeron la iglesia, la ermita, las casas para los maestros y una escuela con dos aulas.
El proceso de reedificación concluyó a finales de los años cuarenta del siglo XX. Serafín Aldecoa explica que la disponibilidad financiera era muy limitada y en 1945 solo se había invertido un millón de pesetas. El aislamiento de Griegos, las deficientes infraestructuras -diez años después de acabada la contienda, el pueblo seguía sin suministro eléctrico- y los escasos medios de transporte de la época jugaron también en contra de la reconstrucción.
Las Jornadas continúan este sábado, con una charla del presidente de la Asociación Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, sobre la labor de exhumación de fosas con víctimas de la Guerra Civil y de la posguerra que desarrolla esta entidad. El programa terminará el 25 de julio con la conferencia sobre la prevista exhumación de una fosa común en la Muela de San Juan a cargo de unos de los técnicos responsables, Miguel Mezquida.
Francisco Sánchez señala que la fosa común que se va a excavar contiene, según la información disponible, los restos de entre 18 y 20 soldados republicanos muertos durante la Guerra Civil. La actuación, que cuenta con la financiación del Gobierno central, arrancará a primeros del mes de septiembre. Sánchez invita a las familias de soldados republicanos que murieron en la zona y que quieran recuperar sus cadáveres a que se pongan en contacto con la Asociación Pozos de Caudé para poder realizar las pruebas de ADN de los restos desenterrados con objeto de identificarlos y entregarlos a los familiares.
