Podas severas para devolver el verdor a Teruel tras las heladas

Las fuertes heladas que siguieron a la borrasca Filomena los días 12, 13 y 14 del pasado mes de enero en la capital turolense, con temperaturas nocturnas que alcanzaron los 21 grados bajo cero, dañaron gran cantidad de árboles y setos de especies sensibles al frío, como el aligustre y el palmito. 

Las extremas condiciones meteorológicas vividas aquellos días afectaron a los parques y jardines de la ciudad, que han sustituido su color verde habitual por un tono marrón, al haberse helado las hojas y también algunos tallos de las plantas. Por ello, el Ayuntamiento está llevando a cabo una poda severa de árboles y setos con la esperanza de que la llegada de buen tiempo les permita remontar y volver a crecer. 

El Consistorio turolense informa en un comunicado que en aquellos casos en que la planta haya resultado muy dañada por los efectos de las heladas habrá que sustituirla por otra similar. 

Paralelamente, se realiza una actuación específica en las laderas urbanas de Teruel para eliminar las ramas secas o dañadas por el temporal de nieve y hielo, talar especies invasoras como los ailantos y retirar residuos. Las tareas se suman a los trabajos de mantenimiento de árboles habituales en estas fechas en Teruel, pero que el año pasado, a causa de la pandemia y el confinamiento, no fue posible realizar en toda su extensión.

"Confiemos en que con las buenas temperaturas de la primavera los árboles broten con fuerza y el color verde vuelva a nuestras calles", ha manifestado el concejal delegado de Medio Ambiente, Parques y Jardines, José Luis Torán.