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El obispo de Teruel se despide emocionado de la diócesis con un recuerdo para las víctimas de la pandemia

Antonio Gómez Cantero deja la provincia para ser obispo coadjutor en Almería.

El obispo Antonio Gómez Cantero, en el centro de la imagen, se dispone a oficiar la misa de despedida en la Catedral de Teruel.
El obispo Antonio Gómez Cantero, en el centro de la imagen, se dispone a oficiar la misa de despedida en la Catedral de Teruel.
Antonio Garcia/Bykofoto

El obispo de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero, se ha despedido este domingo de sus feligreses con un misa en la catedral turolense en la que ha tenido un recuerdo especial para las víctimas de la covid-19. El prelado se ha mostrado muy emocionado por tener que dejar atrás la diócesis para incorporarse como obispo coadjutor en Almería.

El obispo, que llegó a Teruel procedente de Palencia, ha empezado su despedida recordando a los fallecidos y a quienes “han sufrido” como consecuencia de la covid-19. Ha añadido que el “momento histórico” que atraviesa el país deja “proyectos truncados” y “situaciones inesperadas e incluso no comprendidas”.

El obispo ha agradecido la acogida de los turolenses y también la colaboración de las administraciones y del tejido asociativo. Ha aludido al “trabajo infatigable” de Cáritas y al “esfuerzo de hormigas” de Manos Unidas, así como a la Fundación Amantes y a la Fundación Santa María de Albarracín, dos instituciones culturales de las que forma parte el obispado.

En una misa oficiada con todas las cautelas impuestas por la covid-19 -mascarillas obligatorias, gel hidroalcohólico al entrar en el templo y separación de seguridad-, Antonio Gómez Cantero ha animado a la diócesis a plantear propuestas para revitalizar la Iglesia, que no se puede permitir “el lujo del inmovilismo”. 

Entre los asistentes, han estado la alcaldesa, Emma Buj; el subdelegado del Gobierno, José Ramón Morro; el delegado territorial de la DGA, Benito Ros; el senador Manuel Blasco; y el vicepresidente de la DPT, Alberto Izquierdo. Ha habido también representantes de la judicatura y de las fuerzas de seguridad.

También ha tenido palabras de agradecimiento para sus más próximos colaboradores, como el vicario general, Alfonso Belenguer, al que ha definido como su “hermano mayor”. Belenguer, en su intervención en la ceremonia, ha agradecido al obispo su “sensibilidad con la idiosincrasia de esta tierra” y ha señalado que se marcha “muy encariñado” con Teruel. Como gesto de agradecimiento, la diócesis ha regalado a Antonio Gómez Cantero un báculo con su sello y lema.

El sustituto de Antonio Gómez Cantero al frente del obispado de Teruel es todavía una incógnita y la decisión de la Santa Sede se puede demorar. El Colegio de Consultores de la diócesis de Teruel y Albarracín se reunirá en los próximos días para nombrar un administración diocesano a la espera del nuevo obispo.

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