Una emprendedora en Teruel en tiempos de pandemia

Emprender en tiempos de pandemia puede parecer arriesgado, pero Marisol Yuste no se lo pensó dos veces. Esta joven ha dejado su Madrid natal y acaba de abrir un despacho de fisioterapia en la capital turolense. Fue en esta ciudad donde hace dos años conoció a su actual pareja, decidiendo poco después mudarse a ella e instalarse para hacer realidad su sueño profesional.

Aunque fue el amor lo que inicialmente le hizo cambiar de lugar de residencia y de trabajo, ahora asegura que está “encantada” de vivir en una de las capitales de provincia más pequeñas del país. Marisol cuenta que es muy importante para ella poder ir a cualquier parte “sin pensar en coger el Metro, un taxi o el autobús”. Relata que el día a día le cunde muchísimo y puede cumplir varios de los objetivos que se propone gracias al tiempo que ahorra al no tener que utilizar más medio de transporte que sus propios pies.

Valora también la proximidad de la naturaleza. “En Teruel es muy fácil coger la bici y salir por caminos a hacer ciclismo u otro deporte, porque a un paso tienes el campo abierto”, explica. Para ella, todo son ventajas en la ciudad mudéjar, como el hecho de que la playa esté a una hora de coche -en Sagunto y Valencia- y la estación de esquí de Javalambre a solo tres cuartos de hora. “¡Aquí se respira libertad!”, exclama muy convencida.

Afirma que desde que pisó Teruel se dio cuenta de que la ciudad ofrecía “bastantes opciones para trabajar como fisioterapeuta”. Primero formó parte de equipos de profesionales de algunas de las clínicas privadas que funcionan en la ciudad. Más tarde, viendo que su profesión está muy demandada, se lanzó a abrir su propia empresa.

Admite que un despacho de fisioterapia no requiere de una gran inversión, pues a diferencia de otros negocios, es suficiente con disponer de un local, una camilla y un conjunto de productos y vendajes con los que lleva a cabo su trabajo. Pero también destaca que no es fácil económicamente asumir el alquiler o la compra de un establecimiento.

Heraldo

Marisol desprende positividad. “En marzo, cuando todos sufrimos la primera oleada de covid, quizá daba un poco de miedo poner en marcha cualquier negocio, pero ahora creo que debemos pensar en que esto pasará poco a poco y que, con las medidas de higiene y seguridad que todos tenemos que respetar estrictamente, es posible mantener una actividad”. Aún destaca otra ventaja de la ciudad del amor: “En Teruel, supongo que como en otras ciudades pequeñas, la gente se relaciona mucho más que en una gran capital”.