Teruel

Piden protección para la colonia de murciélagos de la Sima de San Pedro de Oliete

Una asociación reclama que el parque eólico proyectado en Andorra y Alloza contemple medidas para evitar la mortalidad de los quirópteros

Teruel
Un balcón permite asomarse al interior de la Sima de San Pedro de Oliete, un hundimiento prehistórico en el que habita una colonia de murciélagos.
Laura Uranga

La Fiscalía de Medio Ambiente de Teruel recaba información acerca del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que acompaña al proyecto de un parque eólico en Andorra y Alloza, después de que la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (Secemu) haya denunciado que los datos que aporta este documento son insuficientes para valorar el impacto real que tendrán las instalaciones sobre estos mamíferos.

Secemu destaca que, pese a mencionarse en un anexo del informe la presencia de 14 especies de murciélagos en la zona de influencia del parque y al menos otras cinco en el propio parque, la información que se aporta sobre los quirópteros que hay en la zona en el documento principal es “prácticamente nula” y, en todo caso, “muy marginal” en relación a la que se ofrece sobre las aves. La asociación expresa su confianza en que la Administración pública “exiga la información necesaria” a que obliga la legislación “para valorar adecuadamente el impacto de la obra”.

La entidad conservacionista resalta que uno de los refugios de quirópteros que hay en la zona está en la Sima de San Pedro de los Griegos, en Oliete, a 9 kilómetros al oeste del parque, donde vive una colonia de Tadarida Teniotis o murciélago rabudo, una rara especie cuyos individuos tienen un gran tamaño -hasta 45 centímetros de envergadura y 50 gramos de peso- y presentan rabo, al sobresalir de su cuerpo varias vértebras.

El murciélago rabudo de la Sima de San Pedro en Oliete ha sido estudiado por los turolenses Luis Lorente y José Manuel Sánchez, quienes en la Revista del Centro de Estudios Espeleológicos Turolenses señalan que este animal es capaz de recorrer 100 kilómetros en una noche en busca de concentraciones de insectos de los que se alimenta, alcanzando una velocidad de 65 kilómetros por hora a una altura sobre el suelo de entre 10 y 300 metros.

La Sima de San Pedro, un hundimiento de tierra prehistórico, está considerado un enclave de biodiversidad sin equivalente en el continente europeo. La asociación defensora de los murciélagos se declara a favor de las energías limpias, pero reivindica que estas deben ser plenamente respetuosas con el medio ambiente que les rodea y aplicar rigurosamente los métodos de evaluación de impacto, para que estos no sean “un mero formalismo burocrático en el que la calidad de la información aportada resulte manifiestamente deficiente para evaluar lo que se pretende”.

Secemu ha presentado alegaciones al EIA del proyecto del parque eólico, que tendrá ocho aerogeneradores sumando una potencia de 20 MW. En su denuncia ante la Fiscalía de Teruel indica que el funcionamiento de los molinos se ha convertido en la primera causa de muerte de los murciélagos a nivel mundial, tanto por colisión con las palas como por el fenómeno llamado ‘barotrauma’, provocado por las diferencias de presión que genera la rotación de las aspas y que hace que el quiróptero muera tan solo aproximándose al aerogenerador.

La asociación estima que el muestreo realizado con detectores de ultrasonidos ha sido insuficiente para concretar las especies presentes, su actividad y uso del espacio. Cree que falta información sobre el tamaño de las colonias de murciélagos cavernícolas que ocupan los 4 refugios que hay en el entorno del parque y la época del año en que están presentes y añade que el documento no incluye ninguna medida para evitar la pérdida de biodiversidad por muerte de quirópteros, pues tan solo se propone realizar un seguimiento de la mortalidad y del uso del espacio en el parque eólico y su zona de influencia.

Secemu recuerda que la única medida preventiva contrastada que disminuye la mortalidad de murciélagos en parques eólicos es la parada de los aerogeneradores durante las noches con velocidades de viento bajas, que es cuando se producen más muertes, por lo que esta actuación debería estar contemplada en el EIA, así como el umbral de mortalidad a partir de la cual se pondría en marcha.

La asociación resalta que, a mayor pérdida de murciélagos, más pesticidas contra insectos es preciso utilizar en la agricultura, lo que repercute negativamente en la salud de las personas y en la economía y rentabilidad del sector.

Desde el Gobierno aragonés explican que la tramitación del proyecto del parque eólico de Andorra y Alloza, ahora en fase de información pública, “seguirá sus cauces administrativos”. “Se estudiarán las alegaciones presentadas y se incorporarán al documento si se considera oportuno”, continúan, al tiempo que destacan que la empresa “no podrá seguir adelante con su proyecto si no cuenta con la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental”.

Por su parte, la empresa promotora del proyecto, que forma parte de una multinacional española, tiene raíces aragonesas y cuenta con otros parques eólicos en España, considera que el estudio de impacto ambiental realizado es “adecuado”. “Creemos que contempla todas las afecciones ambientales -aseguran-, si bien es el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental quien tendrá que determinar si es suficiente”.

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