La pandemia del coronavirus aguará hoy la celebración de una de las fiestas más populares de Teruel, el Sermón de las Tortillas, que se caracteriza por la salida masiva de la población de la ciudad para celebrar comidas campestres en distintos parajes, el más concurrido de ellos el parque de Fuente Cerrada, a las afueras de la capital. La prohibición de los desplazamientos por motivos festivos o de ocio con el estado de alarma impone la conmemoración más hogareña de la historia de un festejo cuyo origen se remonta a la Edad Media y que tiene en las tortillas uno de los ingredientes principales de todas las mesas, acompañadas de las imprescindibles roscas de Pascua.

El Ayuntamiento de Teruel ha emitido este lunes una nota en la que advierte a la población contra la tentación de salir al campo como hace tradicionalmente el martes siguiente a la Semana Santa. El comunicado insta a los vecinos a celebrar el Sermón en las casas y alerta de que "no se produzcan desplazamientos a segundas residencias, huertos, etc. que siguen sin estar permitidos". Para evitar estas prácticas, informa de que "tanto la Policía Local como la Policía Nacional realizarán un despliegue para efectuar controles en distintos puntos de la ciudad que eviten esos viajes innecesarios."

El Consistorio recalca que las normas de confinamiento siguen vigentes y "todos los vecinos" deben seguir cumpliendo las limitaciones a la movilidad "y por tanto nadie puede salir de casa" excepto en los casos que establece el estado de alarma. El Ayuntamiento ha cancelado también el festival taurino que, en los últimos años, cerraba la jornada campestre en la plaza de toros.

La alcaldesa, Emma Buj, reconoce que hoy es la fecha de una fiesta "entrañable, querida y esperada" por los turolenses, pero advierte de que habrá que celebrarla en los hogares "echándole imaginación" y sin salir al campo o a las segundas residencias que rodean la ciudad. Insta a la ciudadanía a respetar las limitaciones a los desplazamientos y animó a pensar en el Sermón de las Tortillas de 2021, que se podrá celebrar "como a todos nos gusta".

Entre las consecuencias de la desangelada celebración del Sermón de las Tortillas, destaca la caída en picado de las ventas de las típicas roscas de Pascua, con cifras que están por debajo de la mitad de un año normal. El horno Santa Cristina se ha limitado a preparar las unidades que tenía encargadas, con un pequeño sobrante de unas decenas por si alguien las pedía a última hora. Frente a las 1.100 roscas, de 2019 este año ha despachado 400, un 36%. La variedad cubierta de chocolate ha tenido menos bajón y pasa de las 400 habituales a 250.

El propietario del horno Santa Cristina, Javier Garzarán, se ha limitado a hornear las piezas encargadas porque no se podía "arriesgar" a elaborar una producción que luego tendría que desperdiciar. Garzarán señala que el bajón de la demanda ha sido similar en todas las panaderías de la ciudad, que arrastran ya un acusado descenso de la producción que ronda el 60% desde que empezó el estado de alarma.

El panadero se ha mostrado, no obstante, "contento" de la respuesta de los consumidores teniendo en cuenta el bajón del consumo derivado del Covid-19. Señala, que, tras agotar las existencias, ha recibido encargos para repartir roscas mañana, aunque no llegarán a tiempo para endulzar el Sermón de las Tortillas.

Por otro lado, el Ayuntamiento ha hecho balance de las sanciones impuestas como consecuencia del estado de alarma. En total, la Policía Local ha formulado 81 denuncias a ciudadanos por saltarse las normas del confinamiento. El Consistorio agradece el comportamiento "ejemplar que está teniendo la gran mayoría de los turolenses" y hace un llamamiento a todos para cumplir con las normas para frenar el contagio por Covid-19.