despoblación

Una hotelera de Guadalaviar busca relevo en las redes sociales para evitar el cierre por jubilación

La empresaria ha lanzado un llamamiento a través de internet para encontrar a una familia dispuesta a llevar el único hotel de la localidad, que lleva 30 años abierto.

Comedor del Casa Martina de Guadalaviar, con capacidad para 30 comensales.
Comedor del Casa Martina de Guadalaviar, con capacidad para 30 comensales.
Heraldo.es

Un pequeño hotel de Guadalaviar, Casa Rural Martina, busca relevo en las redes sociales para no tener que bajar la persiana el próximo mes de noviembre por jubilación de la propietaria, Martina Lahuerta. La hostelera afirma que el establecimiento que puso en marcha con su marido hace 30 años en esta localidad de 240 habitantes de la Sierra de Albarracín genera ingresos para mantener a una familia, pero sus dos hijas han decidido tomar otros derroteros laborales.

La empresaria montó el pequeño hotel con su esposo tras regresar de una estancia laboral en Zaragoza. La crisis metalúrgica de los años ochenta del siglo XX hizo que la pareja, natural de Guadalaviar, hiciera las maletas para volver a su pueblo para regentar el bar municipal. La experiencia hostelera les gustó y decidieron poner en marcha Casa Martina, un establecimiento con ocho habitaciones dobles y restaurante.

La falta de relevo generacional aboca el negocio al cierre, pero a Martina le da «pena que el pueblo se quede sin este servicio» y se ha puesto manos a la obra para buscar algún emprendedor que siga sus pasos. Durante tres años colgó su oferta en un conocido portal inmobiliario sin ningún resultado. Sin embargo, el pasado 24 de enero divulgó su ofrecimiento en una red social y el interés por mantener abierto el pequeño hotel se disparó. En un solo día recibió 25 llamadas de personas interesadas en la propuesta de continuar con el negocio.

El mensaje se ha compartido 1.300 veces, ha recibido 80 comentarios y 600 «me gusta». Los tumbos que ha dado por internet han servido para que contactaran interesados de Aragón, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Canarias. La llamada más exótica le llegó desde Bruselas, pero la más interesante es la de una joven de Tenerife de 21 años con experiencia en el sector hostelero que se muestra dispuesta a trasladarse a Guadalaviar con su madre y tres hermanos en edad escolar.

«Yo le he advertido de que el cambio será muy grande para ella, al pasar de Canarias a la sierra de Albarracín», recuerda la empresaria turolense que le comentó a su posible sucesora. La tinerfeña le manifestó su voluntad de venir a vivir « a la Península» y le explicó que conoce la comarca porque trabajó en un hotel de Albarracín. El primer recambio si esta interesada falla es una pareja de Tarragona.

«La respuesta ha sido fantástica», reconoce Martina Lahuerta, que se muestra ilusionada ante los numerosos contactos mantenidos a raíz de su publicación en Facebook. «El teléfono estuvo todo el día sonando cuando colgué el anuncio. La aceptación ha sido tremenda, una barbaridad», recordó.

A su juicio, buena parte del eco cosechado por su oferta se debe a la irrupción de Teruel Existe en el Congreso con el diputado conseguido el 10-N. «Ahora conocen la provincia en todos los sitios», comenta la hotelera. Añade que ha constatado también un aumento de las consultas y de las reservas tras el éxito electoral de la agrupación de electores. Según sus cuentas, la ocupación ha crecido en un 50% en los últimos meses. El pasado domingo tuvo cuatro de las ocho habitaciones ocupadas, un hecho insólito para el cierre de un fin de semana de enero.

Martina se había fijado como objetivo atraer a una pareja joven con hijos «que pueda echar raíces aquí» y con ello contribuir a mantener el colegio abierto, pero contempla otras opciones.

Se ha fijado de plazo hasta el 15 de marzo para cerrar el traspaso y evitar la desaparición del único hotel de la localidad. Considera que el nuevo gestor tendría un arranque más fácil si se estrena en primavera, de cara a la temporada alta del turismo en la comarca, durante el verano. Señala que el sucesor podrá aprovechar las reservas que ya ha cerrado para la próxima Semana Santa.

La hostelera está convencida de la viabilidad económica de su hotel. Acaba de renovar parte del mobiliario y la calefacción, además de cambiar la grifería. Ofrece a los posibles interesados la opción de comprar el negocio por 250.000 euros o un traspaso por 20.000 y tres o cuatro años de alquiler por 600 euros mensuales con la posibilidad de comprar al acabar el arrendamiento.

«Quien venga, podrá empezar a trabajar al día siguiente de llegar», cuenta Martina. En su llamamiento a través de internet, explica que en el pueblo hay «bastante calidad de vida», aunque «falta arreglar la carretera». Ha podido criar a sus dos hijas, que llegaron de Zaragoza con 9 y 6 años. Como en Guadalaviar «no se lanza nadie» a tomar el relevo, espera que la solución le llegue a través de la redes sociales y al rebufo de Teruel Existe.

El caso de Casa Martina encaja con una reciente propuesta de la CEOE-Teruel que planea crear una web en la que colgar los negocios y empresas viables que carecen de relevo generacional en busca de inversores foráneos que quieran tomar las riendas. El objetivo es, como cuenta el presidente de la patronal, José Antonio Pérez Cebrián, que la actividad que ya está implantada en el territorio provincial se mantenga, además de atraer nuevos proyectos.

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