La Fiscalía pide extremar las medidas de seguridad para evitar accidentes laborales

La Fiscalía de Teruel ha pedido este viernes a las empresas un mayor control de los medios materiales que ponen a disposición de los trabajadores en su labor diaria con el fin de acabar con los accidentes laborales. En lo que llevamos de año, cuatro operarios han fallecido en la provincia de Teruel en el ejercicio de su profesión, una cifra que el fiscal jefe de Teruel, Jesús Gargallo, considera "preocupante".

El pasado mes de mayo un trabajador murió en el polígono La Paz de Teruel al hundirse la claraboya en la que estaba realizando tareas de reparación. A principios de julio, dos empleados fallecieron en Arcos de las Salinas al derrumbarse la carretera que estaban reforzando. El último accidente mortal tuvo lugar este jueves. El conductor del camión de recogida de basuras de la Sierra de Albarracín murió prácticamente en el acto al salirse de la carretera el vehículo y estrellarse contra una casa habitada en Bronchales.

"Las empresas deben proteger a sus trabajadores y darles todos los medios necesarios para que puedan desarrollar su labor de una forma segura", afirmó Gargallo. El fiscal jefe pide también que los propios trabajadores se impliquen en su seguridad, "poniendo en conocimiento de las empresas y, si es preciso, de la Administración, cuantos incumplimientos normativos detecten y exigiendo todas las medidas de seguridad necesarias".

Gargallo recordó que en 2018 hubo que lamentar dos fallecidos en accidente laboral, mientras que en 2017 fueron 5 los decesos en el lugar de trabajo en la provincia. El número de lesionados en el desarrollo de su profesión en Teruel se situó en 693 a lo largo de 2017. Esta última cifra se disparó hasta 801 en el año 2018.

La empresa Aragonesa de Servicios Públicos, propietaria del camión de recogida de basuras que conducía el hombre que perdió la vida el pasado jueves en Bronchales, lamentó "profundamente" la muerte del trabajador. "Era nuestro compañero y lo hemos sentido muchísimo", dijo ayer el jefe de Servicios, Alberto Moliner.

Frente a las críticas vertidas por el sindicato CC. OO. respecto a la antigüedad del vehículo siniestrado, cuya matrícula tenía 20 años aproximadamente, Moliner defendió que el camión había pasado en dos ocasiones este año la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), la última el pasado mes de junio, "y todo estaba correctamente".

El responsable de Aragonesa de Servicios Públicos admitió que el camión "era viejo y heredado de la Mancomunidad de Albarracín", pero subrayó que "el día de antes y hasta el mismo día en que ocurrió el fatal accidente, funcionaba bien".

La empresa, que está contratada por el Consorcio número 8 para la recogida de residuos de varias comarcas de la provincia de Teruel, asegura también que ninguno de sus trabajadores realiza un exceso de horas. Según explicó Alberto Moliner, la compañía ha dividido este verano en tres rutas –cada una con un operario– las dos únicas que se hacen en invierno, precisamente para reducir la carga de trabajo a sus empleados.

"Todo estaba correcto y los elementos del camión, desde las ruedas a cualquier otra parte, estaban en buen estado", resaltó Alberto Moliner. El responsable de Aragonesa de Servicios Públicos añadió que en el parque de maquinaria de la empresa hay vehículos de distinta antigüedad. "No son todos nuevos ni todos viejos", dijo.