Un plan para erradicar visones americanos en los ríos de Teruel logra más de 3.000 capturas

La actuación se ha llevado a cabo durante quince años y pretende evitar la expansión de esta especie invasora

Ejemplar de visón americano fugado de una granja de La Puebla de Valverde en 2001
Ejemplar de visón americano fugado de una granja de La Puebla de Valverde en 2001
L. F.

El plan que desde 2002 lleva a cabo el Departamento de Medio Ambiente para erradicar el visón americano de las cuencas de ocho ríos de la provincia de Teruel está obteniendo buenos resultados, con unos 3.000 ejemplares ya capturados y trasladados a la finca zaragozana de la Alfranca. La actuación se encuadra dentro de un programa de ayudas comunitario que persigue el control de estos animales catalogados como especie invasora y con ello, la protección de los visones autóctonos o europeos.

La captura de estos animales exóticos a través de plataformas trampa se está llevando a cabo en las cuencas del Mijares, Turia, Ebrón, Guadalaviar, Alfambra, Martín, Guadalope y la laguna del Cañizar. Especial incidencia ha tenido la medida en los dos primeros cursos fluviales, donde se concentraba la mayor parte de la colonia después de que en 2001 se produjera una fuga masiva de visones de una granja en La Puebla de Valverde. Entonces fueron liberados por autores desconocidos unos 13.000 ejemplares de las instalaciones, destinadas a la industria peletera, y algo más de la mitad pudieron ser retornados a sus jaulas. Tras numerosas bajas, buena parte de los supervivientes consiguió adaptarse sin problemas al hábitat de la cuenca del Mijares y de ahí se expandió a otros cursos de la provincia, al constituir las riberas de los ríos su medio natural.

El director provincial de Desarrollo Rural, Héctor Palatsi, ha puesto de relieve el «grave peligro» que para la fauna autóctona supone esta especie invasora, poniendo en riesgo de extinción a los especímenes del territorio. De hecho, ha confirmado que en la provincia de Teruel no se ha avistado «ningún ejemplar de visón europeo», un grupo que, a su juicio, probablemente, ha sucumbido a la agresividad y mayor fortaleza que manifiesta el animal invasor. Este tiene un mayor tamaño y una gran capacidad de resistencia a los cambios del medio natural. También resulta una amenaza para la supervivencia de otros animales, como la rata de río y el cangrejo autóctono, además de contribuir a la transmisión de enfermedades.

Ninguna captura

Palatsi ha querido destacar el «éxito» de la campaña de capturas afirmando que este año solo se han atrapado dos ejemplares, lo que, según sostiene, da idea del detrimento que ya ha sufrido la colonia de visones foráneos. «El año pasado atrapamos cuatro, lo que demuestra la eficacia de este método», ha aclarado el director provincial, quien justificaba la medida emprendida para erradicar el número de individuos de este tipo de mamíferos por la proliferación experimentada en la colonia del Mijares.

La campaña comprende la instalación de 159 plataformas trampa en diferentes tramos de los ocho ríos mencionados, pero, según las previsiones del Departamento de Medio Ambiente, a lo largo de este año la actuación se extenderá al río Matarraña, el único en el que todavía no se ha intervenido. «De esta manera –ha explicado Héctor Palatsi– tendremos toda la provincia cubierta».

Los expertos sostienen que es prácticamente imposible la erradicación completa de esta especie, pero consideran factible frenar su expansión, como así se ha puesto de manifiesto con la campaña de capturas.

Palatsi ha reconocido que, si bien la presencia de estos animales se ha generalizado en toda la Comunidad Autónoma, el problema se convirtió en especialmente grave en la provincia de Teruel «después del sabotaje de la granja, donde se liberó una cantidad tan importante de ejemplares que se expandieron con facilidad a otras cuencas».

El visón americano (Mustela visón) se distingue del europeo (Mustela Lutreda) por su tamaño y su mayor agresividad y resistencia. Ambos comparten el mismo medio natural en las riberas de los ríos. Estos mamíferos carnívoros fueron muy demandados en los años ochenta, con la proliferación de granjas cuyos ejemplares se destinaban a la industria peletera. Posteriormente, crecieron los sabotajes de grupos ecologistas liberando masivamente a los animales en cautividad.

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