Primeros pasos para depurar los vertidos de seis pedanías

Construir las depuradoras y los colectores costará 1,2 millones de euros pendientes de financiar.

Las aguas fecales, por el lecho de un barranco a la afueras de Villaspesa al obstruirse el colector.
Primeros pasos para depurar los vertidos de seis pedanías
A. G./bykofoto

El Ayuntamiento de Teruel inicia la modificación del planeamiento urbanístico necesaria para depurar las aguas residuales de seis barrios rurales que actualmente vierten sus residuos sin tratar. La construcción de las plantas de tratamiento y los colectores precisos comportará una inversión de 1,2 millones de euros, todavía sin financiación.


El proceso para completar la depuración de todos los barrios del municipio –urbanos y rurales– arranca con la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que posibilitará las obras y los procesos expropiatorios donde sean necesarios.


El concejal delegado de Medio Ambiente, Julio Esteban, reconoció que la depuración de las aguas residuales es una "necesidad" y el Ayuntamiento está "obligado" a afrontarla, aunque se trate de una mejora que "no luce".


La memoria que justifica la modificación del PGOU repasa la precaria situación de las seis pedanías sin depuradora o con equipamiento insuficiente. En cuatro casos –El Campillo, Tortajada, Caudé y Valdecebro–, plantea levantar una planta de tratamiento; en uno, Villaspesa, propone bombear los vertidos hasta la planta general de la capital, situada en las cercanías de este barrio; y en San Blas aboga por una ampliación de la planta actual.


La modificación del sistema general de saneamiento del PGOU en trámite reconoce que la depuradora de El Campillo está "en mal estado de conservación por el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y el deterioro de las instalaciones", una situación que se repite en Valdecebro y San Blas. Caudé, Tortajada y Villaspesa carecen de cualquier tipo de instalación de tratamiento.


Dos pequeños barrios vinculados a San Blas, La Guea y Los Marines, no disponen de ningún filtro para sus aguas fecales, que son vertidas "directamente al medio natural". El Ayuntamiento plantea canalizar sus vertidos hacia la planta de tratamiento ampliada de San Blas.


La modificación del PGOU comporta cambios de emplazamiento para las depuradoras y de trazados para los colectores. El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) somete actualmente la propuesta municipal a información pública para determinar si debe superar una evaluación de impacto ambiental. Julio Esteban reconoció que solo es el primer paso, pero señaló que es imprescindible para encargar los correspondientes proyectos de obras. Lamentó que "en muchos años no se haya hecho nada al respecto".

Agua para Tortajada

El Ayuntamiento tramita también una modificación del PGOU respecto a Tortajada para construir una conexión que mejore el suministro de agua desde la tubería que abastece a Villalba Baja, procedente de la potabilizadora de la capital. La nueva conducción resolvería los problemas de abastecimiento que la pedanía padece en épocas de sequía al cubrir sus necesidades con un pozo situado a orillas del Alfambra.

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