La DGA alerta ante la extracción de sabinas rastreras para la venta ilegal

La Guardia Civil interceptó el pasado octubre un cargamento procedente de Javalambre, la zona más sensible.

Ejemplar de sabina rastrera arrancado en Javalambre intervenido por la Guardia Civil en Castellón
La DGA alerta ante la extracción de sabinas rastreras para la venta ilegal
G. C.

La extracción ilegal y venta de sabinas rastreras, una planta leñosa que prolifera en las tierras altas del Sistema Ibérico turolense, constituye un lucrativo negocio que en los últimos dos años ha dado lugar a cuatro expedientes sancionadores del Departamento de Desarrollo Rural, tres de ellos resueltos con multas de varios miles de euros. La sanción incluye, además, la confiscación de las plantas y la obligación de plantar igual número de ejemplares en el medio natural.


La última operación contra el arranque clandestino de este árbol enano de lento crecimiento se produjo el pasado octubre cuando agentes de la Guardia Civil de San Mateo (Castellón) intervinieron 13 ejemplares que habían sido arrancados en la sierra de Javalambre, la zona más propensa a esta actividad furtiva.


Desde el Gobierno aragonés señalan que durante los meses más propicios para el trasplante de la sabina rastrera (Juniperus sabina) –en otoño y primavera– se "refuerza la vigilancia" de las zonas más sensibles. Además, el Seprona de la Guardia Civil inspecciona floristerías para detecta la posible venta ilegal de esta especie, que no puede extrarse sin autorización administrativa.A la venta en Argentina

Los recolectores furtivos denunciados entre 2015 y 2016 procedían de Galicia, Cataluña, Madrid y Francia. Las sanciones tienen en cuenta el valor ambiental de la planta y los daños causados. La cotización de los ejemplares arrancados varía con su tamaño y edad. Las plantas más jóvenes se venden por 45 euros, aunque las más longevas pueden superar los 1.000. La DGA ha detectado la venta de ejemplares extraídos en Teruel en una web de Argentina.


Las plantas decomisadas se entregan al Departamento de Desarrollo Rural para su replantación en el entorno del castillo de Mora de Rubielos, ante la inviabilidad de la reintroducción en el medio natural.


Y la sabina rastrera no es la única planta objeto de expolio. El pasado verano la Guardia Civil se incautó en Calaceite de 210 kilos de lentisco arrancado ilegalmente cuando era transportado en una furgoneta con destino a Tarragona. Un grupo de seis personas actuaba de forma organizada para arrancar las plantas, que además de aprovechamiento decorativo, tienen aplicaciones farmacéuticas e industriales.


La Guardia Civil alerta también contra la extracción ilegal de plantas silvestres asociadas a la Navidad, como el muérdago y el musgo. La primera de ellas se puede recolectar con autorización, mientras que arrancar la segunda está totalmente prohibido.

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