Mirambel tendrá mejores accesos tras más de 20 años de reivindicaciones
Las obras de remodelación de la A-226 estarán listas a finales de este mes.
La ilusión de los vecinos de Mirambel por contar con una carretera de acceso a la localidad en buenas condiciones se hará realidad a finales de este mes tras más de 20 años de reivindicación. Las obras de ampliación y mejora de la A-226, con una inversión a cargo del Gobierno aragonés de 5 millones de euros, están a punto de terminar.
El nuevo trazado suprime tantas curvas que el recorrido se acorta en 2,5 kilómetros, lo que supondrá un ahorro de tiempo de 5 minutos. Sin embargo, como destaca la alcaldesa de Mirambel, María del Carmen Soler, "la gran mejora es que se gana en seguridad". Salvo parcheos, la antigua carretera presentaba el mismo aspecto que hace 70 años, con una calzada de anchura insuficiente para la circulación de vehículos en doble dirección y sin línea divisoria de ambos sentidos. Además, el firme estaba muy estropeado.
La infraestructura de mayor envergadura que incluye la reforma es el puente sobre el Barranco de Mas de los Arcos, de 95 metros de longitud y formado por tres vanos de más de 30 metros de altura. Diez voladuras han sido necesarias para poder dar más espacio a la carretera.Reforma "histórica"
Soler calificó de "histórica" la terminación de la reforma, una obra que ha contado con varios proyectos a lo largo del tiempo. "Ahora mejorará nuestra comunicación con la capital comarcal, Cantavieja, y con la vecina provincia de Castellón", subrayó la alcaldesa.
La nueva carretera abre la puerta a un aumento del número de visitantes. Los vecinos de Mirambel viven principalmente de la agricultura y la ganadería, pero la localidad, con un rico patrimonio arquitectónico, lleva años apostando por el turismo y este empieza a dar sus frutos. Los fines de semana, la cifra de visitantes cuadruplica a la de habitantes, apenas 120.
La reciente restauración del Convento de las Agustinas como museo y centro expositivo, que permite visitar este edificio tras haber permanecido 500 años cerrado, se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de Mirambel y hace prever la llegada de más visitantes. En este sentido, María del Carmen Soler destacó el reciente acondicionamiento de un área de aparcamiento, necesaria para dar cabida a las decenas de vehículos que llegan cada fin de semana a la localidad. La alcaldesa confía también en que la nueva carretera anime a los vecinos a crear empresas, frenando la despoblación.
