Arte

Un estudio del arte rupestre de Bezas revela que sus grabados son de época muy reciente

Los abrigos, declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, contienen otras 17 figuras auténticas de gran interés.

Cuatro grabados que decoran los tres abrigos de arte rupestre de Bezas, incluidos dentro del conjunto del Arco Mediterráneo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, fueron realizadas en época muy reciente, según un exhaustivo estudio que han llevado a cabo diferentes especialistas de la Universidad de Zaragoza para el Parque Cultural de Albarracín.


El informe, que ha utilizado las técnicas más modernas para su análisis, catalogación y difusión, echa por tierra la creencia hasta ahora extendida de la procedencia prehistórica de todos los dibujos y grabados de los enclaves de la localidad.

El arqueólogo Manuel Bea, encargado de revisar y elaborar los calcos de las pinturas, señaló que los grabados hechos con una técnica de repiqueteado que aparecen en el abrigo del Huerto de las Tajadas "por fuerza tuvieron que ser hechos entre los años 1952 y 1982".


Según razona, aparte de haber sido aplicada una técnica rara que no existía en el arte levantino, de estas figuras no hay referencias en los primeros estudios que se elaboraron sobre las pinturas de Bezas; ni en el de Teógenes Ortego –el descubridor de los abrigos– de 1951 ni en el posterior de Martín Almagro, de 1952. "Y este hecho no deja de ser curioso –explicaba el experto– porque son las que mejor se ven. No pudieron pasar desapercibidas".


Las imágenes, que representan de forma tosca un cuadrúpedo de tipo equino, varias cruces y un signo alargado, únicamente son citadas en el informe que llevó a cabo en 1982 Fernando Piñón y de las cuales sacó calcos. "Todo esto es interesante porque nos sirve de reflexión –indicó Bea–, y nos lleva a pensar que en el mundo del arte prehistórico todo es mucho más complejo de lo que pensamos".

No hay figuras humanas

El pormenorizado análisis de las cuevas ha permitido, asimismo, datar en el siglo pasado unos dibujos del abrigo de la Paridera que hasta ahora se creían como las únicas representaciones humanas de carácter esquemático del conjunto de Bezas.


Durante la ejecución de los calcos digitales se ha podido comprobar que en realidad son dos trazos verticales de color rojo "casi con toda seguridad hechos con el dedo", explicaba Bea. "Obviamente, no podemos determinar el momento en que se realizaron, pero se sabe que en los estudios anteriores a 1982 no se describían. Únicamente fueron interpretados por Piñón", aclaró el experto.


La metodología utilizada para el estudio de los motivos rupestres mediante calcos digitales ha contribuido a obtener un visionado de gran calidad y, por lo tanto, ha facilitado una investigación detallada de los mismos. La ventaja de este sistema es que con el uso de diversos programas informáticos no es necesario intervenir en los dibujos.


La realización de calcos hace unos años entrañaba tratamientos muy agresivos para las representaciones prehistóricas, ya que tras ser mojadas, se cubrían de plásticos y posteriormente se copiaban con rotulador.

Entre las diecisiete representaciones que albergan los tres abrigos de Bezas declarados Patrimonio de la Humanidad destaca por su singularidad un dibujo formado por una alineación de pequeños puntos que, según Manuel Bea, es único en toda la Sierra de Albarracín y en Aragón. "Creemos que si hubiera estado en el interior de una cueva y no en un abrigo podríamos estar ante una muestra de arte paleolítico, más antiguo que el resto", añadió el arqueólogo.


El estudio integral de estos tres abrigos –solo una pequeña parte de los 26 declarados que acoge el Parque Cultural de Albarracín–, ha sido una realidad gracias a la ayuda económica de la Dirección General de Bellas Artes y del Ayuntamiento de Bezas. Ha incluido el análisis y los calcos de los motivos, pero también el escaneado de los enclaves que ha permitido realizar un modelo tridimensional de los mismos, tan exacto que es posible ver las figuras de forma milimétrica.


Manuel Bea explicó que este método tiene "numerosas ventajas para la investigación y la administración del bien y su gestión y difusión a través de plataformas web y soportes digitales". Para completar el informe, se ha llevado a cabo un estudio sobre las principales afecciones de los abrigos, que ha determinado que en los últimos treinta años las pinturas han sufrido una evidente degradación y la presencia de humedades en el soporte. Estos trabajos han sido dirigidos por Jorge Angás, Luis Alberto Longares y José Luis Peña, profesores de la Universidad de Zaragoza.